jueves, 6 de junio de 2013

PLEBISCITO PARA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

MANIFIESTO

El diputado Bernardo O'Higgins

Chile enfrenta una encrucijada cuya solución definirá su destino como país. El debate sobre reforma constitucional, nueva Constitución, y fórmulas como plebiscito y asamblea constituyente, así lo demuestra. 

Las elecciones presidencial y parlamentarias de 2013 pueden y deben ser una instancia para que el país enfrente el debate sobre estas cuestiones Frente a ello, los abajo firmantes queremos hacer pública nuestra posición y contribuir positivamente a resolver el desafío histórico que enfrentamos las chilenas y chilenos.

La crisis de Chile

A dos años de las movilizaciones sociales que conmovieron al país y marcaron definitivamente el fin de un ciclo político, Chile no ha logrado encaminarse hacia la solución de los problemas que impulsaron grandes movilizaciones ciudadanas. El tan alabado crecimiento económico tiene pies de barro por su altísima dependencia de factores imprevisibles. La sustentabilidad a mediano plazo de este crecimiento es más que dudosa. Los riesgos de caer en permanentes crisis energéticas se tornan cada vez más palpables. Las desigualdades sociales, las discriminaciones, los abusos de los poderes económicos, financieros y mediáticos persisten y más aún se profundizan y extienden a diversos campos. Las regiones despiertan y comienzan a reivindicar una participación más equitativa en las decisiones vinculadas a un esfuerzo productivo que descansa, primordialmente, en ellas. El Estado subsidiario demuestra toda su ineptitud para enfrentar los desafíos de un nuevo modelo productivo, social y cultural a la altura del siglo XXI. La subordinación del Estado a los intereses del mundo empresarial y, en especial, el financiero, más la debilidad de sus capacidades económicas y técnicas provocan su constante atraso frente a los dilemas del futuro. Pero sobre todo, el país carece de un debate y propuestas de un proyecto colectivo abierto al porvenir.

Lo anterior en un cuadro en el cual instituciones centrales de la democracia como el Ejecutivo, el Congreso Nacional y los partidos políticos atraviesan una profunda y muy grave crisis de representatividad y confianza.

El sistema político no está cumpliendo con su tarea fundamental: procesar y resolver las diferentes demandas de la ciudadanía de acuerdo al interés nacional. Así lo han entendido los miles de ciudadanas y ciudadanos que han emprendido el camino de la protesta y la movilización para expresar su profundo malestar en las calles.

En la base de todos los problemas planteados está el orden constitucional que nos rige. Este fue implantado a través de un plebiscito fraudulento en 1980 y consagra la existencia de un Estado neoliberal, herencia de la dictadura y, en lo sustancial, se ha mantenido incólume hasta nuestros días, perpetuando su crisis de legitimidad. En el orden económico social establecido en la Constitución de 1980 es imposible resolver ninguno de los acuciantes problemas cuya solución demandan grandes sectores de la población: educación pública gratuita y de calidad; la transferencia de atribuciones y facultades relevantes a las regiones asfixiadas por el hipercentralismo; un nuevo sistema de salud, previsión y protección ambiental, entre otros.

La actual Constitución, al limitar un rol activo del Estado, consagrar un sistema político no representativo, negar el reconocimiento de la multiculturalidad y una adecuada participación ciudadana, impide que el país resuelva en forma libre y consensuada los problemas que le afectan.

Una nueva causa épica

Chile necesita una nueva Constitución que surja de la voluntad popular. No basta con reformas que, si bien pueden mejorar algunos aspectos, no se basan en la soberanía del pueblo, generan una ilusión de legitimidad que oculta tanto su origen como el resguardo de un orden socio económico injusto a través de un sistema político de resabios autoritarios. Casi un cuarto de siglo de democracia con una Constitución heredada de una dictadura es un caso único en el mundo. Es urgente reparar el principal déficit de la transición chilena, que ha sido perpetuar y mantener en esencia inalterados los dos componentes fundamentales de la actual Constitución: el orden económico social y el sistema político. Más aún, se trata de conseguir lo que nunca se hizo a lo largo de nuestra historia: darle a Chile una Constitución de origen plenamente democrático, sin lo cual ella carecería de legitimidad.

Es tarea de las actuales generaciones refundar la República sobre la base de una Carta Fundamental fruto de un imprescindible proceso constituyente plenamente democrático. Y si bien será este el que defina los nuevos contenidos constitucionales, existe una voluntad mayoritaria del país respecto a ciertos principios:

− El pueblo es el titular supremo y permanente de la soberanía, por ende, deben promoverse: formas de expresión directa como el plebiscito, la iniciativa popular de ley, la posibilidad de revocatoria de mandatos y los organismos deliberativos y participativos en los diferentes niveles de decisión.
− Quienes gobiernan y deciden son las mayorías, con pleno respeto de los derechos fundamentales de las minorías. Esto supone un nuevo sistema electoral y la eliminación de los quórum calificados para la aprobación de ciertas leyes, como las llamadas orgánico-constitucionales, que tienen por efecto sobre representar a las minorías y conferirles poder de veto sobre las decisiones mayoritarias.
− Las esferas de lo público y lo privado deben estar adecuadamente equilibradas en la regulación constitucional. Esto implica superar el carácter subsidiario del Estado en la economía y en la gestión de los intereses sociales en ámbitos como la educación, salud, previsión social y protección socioambiental. Asimismo, se requiere redimensionar el rol del derecho de propiedad, despojándolo del papel predominante y avasallador que tiene en la Constitución actual. De esto se derivaría una nueva concepción del orden público económico y del marco regulador de las actividades empresariales del Estado.
− Los derechos ciudadanos y los derechos de las diversas categorías e identidades sociales, especialmente las de género, infancia, juventud y adultos mayores y pueblos indígenas deben ser adecuadamente protegidos, haciéndolos exigibles frente a los tribunales.
− Todos los recursos naturales básicos tienen un carácter público, forman parte del patrimonio de la Nación deben ser resguardados y utilizados sustentablemente.
− La arquitectura normativa de la nueva Constitución en el marco de un Estado unitario debe basarse en una nueva y más compensada fórmula de distribución del poder en la sociedad chilena, tanto entre gobernantes y gobernados, como entre los órganos del Estado entre sí, y entre el Gobierno central y los poderes regionales y locales. En tal sentido, resulta prioritario establecer modalidades más avanzadas de descentralización política y territorial, potenciando efectivamente a los gobiernos regionales elegidos para la conducción de sus regiones y abriendo la posibilidad de regímenes autonómicos para zonas del país habitadas mayoritariamente por pueblos indígenas cuyo reconocimiento constitucional es un deber histórico de justicia.

El debate y la decisión estos u otros principios y sus fórmulas de implementación deberán ser materia del proceso constituyente que el país reclama.

Detrás de los descontentos, las movilizaciones y la desconfianza en la política está el clamor por iniciar una nueva etapa de nuestra República. La tarea es tan ardua como urgente e imprescindible.

Chile ha entrado al tiempo de las campañas electorales. En noviembre de este año el país elegirá a su Jefe/a de Estado, a todos sus diputados y a la mitad del Senado. Es un momento particularmente trascendente en la vida democrática. Las estrategias electorales no pueden eludir un pronunciamiento sobre estas cuestiones de fondo. De intentarlo, caerían en un electoralismo vacío que en nada ayudará al fortalecimiento de la democracia. En la pasada elección presidencial, las tres candidaturas de la centroizquierda, que en conjunto sumaron un 56% de la votación, plantearon en sus programas la necesidad de una nueva Constitución. El tema no estuvo en el centro del debate y la demanda quedó sin respuesta. Al mismo tiempo, para elegir los representantes al Parlamento seguirá operando –por séptima vez- el abyecto sistema electoral binominal.

A diferencia de periodos anteriores, estas elecciones han sido precedidas por un fuerte proceso de movilización y una crisis de representación política aun más aguda que en otras ocasiones. En el año 2011, la magnitud de las movilizaciones sociales asombró a Chile e incluso al resto del mundo.

Sin embargo, las movilizaciones sociales requieren de un horizonte político común que viabilice la concreción efectiva de sus demandas. Y las soluciones desde la política deben encarnar las aspiraciones y propuestas de los movimientos sociales. Impulsar un proceso constituyente, prerrogativa de todos los pueblos consignada en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (art. 29) y que en Chile, después de más de dos siglos, sigue siendo letra muerta, es precisamente la tarea que puede revincular política y sociedad.

Meritorios esfuerzos realizados en ocasiones anteriores en esta dirección han sido marginados. La magnitud de la tarea hace que ningún actor social o político pueda acometerla en forma aislada. De allí la necesidad de una convocatoria lo más amplia posible, que integre todos estos esfuerzos, con el objetivo único de hacer posible un pronunciamiento ciudadano sobre un nuevo orden constitucional.

Para impulsar este proceso es preciso construir un amplio movimiento que exija una reforma constitucional y habilite a la convocatoria de un plebiscito nacional sobre la necesidad de una nueva Constitución.

Nuestra propuesta

Nuestra propuesta y llamado son muy precisos. Se trata de movilizar al país en torno a una reforma constitucional que permita un plebiscito, en el cual el pueblo se manifieste respecto del cambio o la mantención de la actual Constitución. En el caso que el resultado sea favorable al cambio, deberá dictarse una ley que convoque a una instancia, una Asamblea Constituyente nos parece la más adecuada, garantizando su representatividad social, cultural, regional, política, étnica y de género, para la redacción de una nueva Constitución. Quienes participen en esta no debieran postularse en las siguientes elecciones de representación popular. La nueva Constitución deberá ser ratificada por la ciudadanía en un nuevo referéndum.

Buscamos conciliar el respeto a la institucionalidad con la voluntad y la fuerza legítima de la presión y movilización social para modificarla. Por ello apoyamos la propuesta presentada por un conjunto de senadores que van en esta misma línea y nos oponemos a todas aquellas fórmulas que reemplacen un proceso democrático constituyente a través de un arreglo cupular sin participación de toda la ciudadanía, meras consultas sin carácter vinculante o asambleas auto convocadas sin marco institucional.

Quienes suscribimos este manifiesto contamos con diversas trayectorias personales y políticas. Algunos/as pertenecemos al campo artístico o cultural, otros/as al ámbito político o al movimiento social. Tenemos diversas concepciones y evaluaciones de lo que ha sido la democratización política y las transformaciones de nuestro país en las dos últimas décadas. Hay quienes las evalúan positivamente porque han democratizado el país y mejorado las condiciones de vida de sus habitantes, otros las critican duramente por haber mantenido el modelo socioeconómico y político legado por la dictadura. Nos une, sin embargo, la convicción de que sin un gran movimiento unificado en torno a la única meta de dar una nueva Constitución a Chile, el país no dará el salto que tanto necesitamos. Sabemos también de la desconfianza que existe entre el mundo político y el mundo social. Pero debemos asumir que si persiste esta actitud, también persistirá el actual orden socio económico y político que da la espalda a la gran mayoría. Es por eso que, sin abandonar o sustituir ninguna de las iniciativas sociales o políticas que hoy se llevan a cabo, y sin intención alguna de formular proyectos de gobierno o crear nuevos referentes, es hora de convocar a todos quienes deseen una nueva Constitución a concertarse y movilizarse para ello, poniendo esta demanda en el primer lugar de sus debates y propuestas de futuro.

Hacemos un llamado a constituir una corriente de opinión amplia y sin exclusiones en torno a una sola y específica tarea: movilizar al país para que el Presidente y el Parlamento realicen una reforma constitucional que establezca un plebiscito en el que la ciudadanía se pronuncie sobre la necesidad de una nueva Constitución. Dicho plebiscito permitirá a todos las chilenas y chilenos, resolver si quieren o no un nuevo orden constitucional, del mismo modo que veinticinco años atrás fueron ellos los que resolvieron si querían vivir en dictadura o terminar con ella. Y en el caso que en ese plebiscito se apruebe el principio de una nueva Constitución, deberá establecerse legalmente la instancia representativa que la elabore para que finalmente sea sometida a un referéndum.

Corresponderá a la ciudadanía, de la cual formamos parte, y a las organizaciones sociales y políticas desarrollar sus propias iniciativas para obtener esta meta. En el caso que tal reforma constitucional no prospere, deberán buscarse todas las medidas legítimas que permitan transformar las elecciones presidenciales y parlamentarias en un plebiscito de hecho por una nueva Constitución. Y desde ya manifestamos nuestra voluntad de comprometer a todos los candidatos o candidatas con esta iniciativa, pensando en el destino superior de Chile.

Primeros adherentes por orden alfabético

1. Paulina Acevedo Periodista Observatorio Ciudadano
2. Silvia Aguilera Editora LOM Ediciones
3. Miguel Angel Altieri Profesor PhD de Agroecología Universidad de Berkeley
4. Lidia Amarales Pediatra, ex subsecretaria de Salud
5. Javiera Arce Cientista política, académica Universidad de Valparaíso
6. Jorge Arrate Ex ministro de Estado
7. Matías Asún Psicólogo social
8. Fernando Atria Abogado constitucionalista
9. Magdalena Atria Abogada
10. José Aylwin Abogado, codirector Observatorio Ciudadano
11. Ignacio Balbontín Sociólogo, ex diputado de la República
12. Manuel Baquedano Presidente Instituto Ecología Política
13. Marcela Baratelli Secretaria Asamblea Ciudadana de Magallanes
14. Pía Barros Escritora
15. Víctor Barrueto Ex diputado de la República
16. José Bengoa Rector Academia Humanismo Cristiano
17. Nury Benítez Vicepresidenta Agrupación Nacional de Empleados Fiscales
18. Giorgio Boccardo Sociólogo, director Fundación Nodo XXI
19. Gabriel Boric Ex presidente FECH, director Fundación Nodo XXI
20. Angel Bozán Alcalde de Buin
21. Edgardo Bruna Actor, presidente Unión Nacional de Artistas
22. Pedro Caballería Alcalde de Rinconada
23. Hernán Calderón Presidente Conadecus
24. Paulina Calfucoy Programa de Gestión y Economía Ambiental Universidad de Chile
25. Sergio Campos Premio Nacional Periodismo
26. Juan Pablo Cárdenas Premio Nacional Periodismo
27. Camila Carrasco Vicepresidenta Federación de Estudiantes Universidad de Santiago de Chile
28. Eduardo Carrasco Músico, fundador Quilapayún
29. Lidia Casas Coordinadora del área Género y Derechos Humanos Universidad Diego Portales
30. Pía Castelli Tecnólogo médico
31. Marcelo Castillo Presidente Colegio de Periodistas de Chile
32. Camila Cea Ex secretaria ejecutiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile
33. Jacques Chonchol Ingeniero Agrónomo, ex Ministro de Estado
34. Marcelino Collío Coordinador nacional Partido Wallmapuwen
35. Ciro Colombara Abogado
36. Dafne Concha Presidenta de la Coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación
37. Edgardo Condeza Presidente Movimiento por la Consulta y los Derechos Ciudadanos
38. Miguel Crispi Coordinador Nacional Revolución Democrática
39. Carlos Cuadrado Alcalde de Huechuraba
40. Cristian Cuevas Presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre
41. Enrique Dávila Presidente directorio Fundación Chile 21
42. Pedro Davis Presidente CONUPIA
43. Gloria de la Fuente Cientista política, directora Programa Calidad de la Política Fundación Chile 21
44. Víctor Hugo de la Fuente Director de Le Monde Diplomatique
45. Marco Antonio de la Parra Siquiatra, dramaturgo
46. Raúl de la Puente Presidente Agrupación Nacional de Empleados Fiscales
47. Claudia Dides Socióloga, directora de Gestión de Proyectos, Universidad Central
48. Sergio Echeverría Alcalde de San Joaquín
49. Pamela Eguiguren Matrona
50. Jaime Ensignia Director Proyecto Sociopolítico Fundación Friedrich Ebert
51. Ximena Erazo Arquitecta, presidenta Fundación Henry Dunant América Latina
52. Luis Eduardo Escobar Economista
53. Santiago Escobar Abogado, cientista político, coordinador editorial de El Mostrador
54. Raimundo Espinoza Presidente Federación de Trabajadores del Cobre
55. Hugo Fazio Economista, director Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo CENDA
56. María de los Ángeles Fernández Directora ejecutiva Fundación Chile 21
57. Maya Fernández Bióloga, médico veterinaria
58. Patricio Fernández Director de The Clinic
59. Jorge Fierro Presidente Federación Nacional de Trabajadores del Petróleo
60. Francisco Figueroa Ex vicepresidente Fech, director Fundación Nodo XXI
61. Carlos Fortín Abogado, cientista político
62. Hernán Frigolett Economista
63. Claudio Fuentes Cientista Político Universidad Diego Portales
64. Iván Fuentes Ex vocero Movimiento Social por Aysén
65. Cristián Fuentes Cientista político, director Programa Internacional Fundación Chile 21
66. Álvaro García Economista, ex ministro de Estado
67. Mireya García Presidenta Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
68. Manuel Antonio Garretón Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales
69. Roberto Garretón Abogado de Derechos Humanos
70. Gabriel Gaspar Analista internacional, ex embajador
71. Bet Gerber Analista de opinión pública
72. Olga Grau Profesora titular Universidad de Chile.
73. Coca Guazzini Actriz
74. Alejandro Guillier Periodista
75. Rafael Gumucio Escritor
76. Manuela Gumucio Periodista, socióloga
77. Juan Guzmán Ex juez, abogado
78. Patricio Hales Diputado de la República
79. Carmen Hertz Abogada de Derechos Humanos
80. Tomás Hirsch Vocero del Humanismo para Latinoamérica
81. Mario Horton Actor
82. Alejandro Huala Alcalde de Coyhaique
83. Federico Huneeus Economista, ex presidente FECH
84. Monseñor Luis Infanti Obispo de Aysén
85. Jaime Insunza Historiador y académico
86. Giorgio Jackson Ex presidente FEUC
87. Rolando Jiménez Presidente Movimiento de Integración y Liberación Homosexual
88. Federico Joannon Abogado, miembro del directorio de El Mostrador
89. René Jofré Sicólogo, analista electoral
90. Sara Larraín Directora ejecutiva Chile Sustentable
91. Francisca Lewin Actriz
92. Flavia Liberona Bióloga, directora ejecutiva Fundación Terram
93. Daniel Lillo Consejero Nacional Colegio de Periodistas de Chile
94. Yerko Ljubetic Ex presidente Fech, ex ministro del Trabajo
95. Luis Maira Ex embajador, ex ministro de Estado
96. Denisse Malebrán Cantante
97. René Mardones Alcalde de San Esteban
98. José Marimán Dr. en Ciencias Políticas, académico Universidad Alberto Hurtado
99. Gonzalo Martner Economista, ex presidente Partido Socialista de Chile
100. María Isabel Matamala Observatorio de Equidad de Género en Salud- OPS
101. Esteban Maturana Presidente Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada
102. Marta Maurás Vicepresidente Comité ONU Derechos del Niño
103. Alberto Mayol Sociólogo, académico Universidad de Chile
104. Cecilia Medina Abogada, académica Universidad de Chile, fundadora Centro de Derechos Humanos Universidad de Chile
105. René Miranda Asamblea Territorial de Independencia
106. Danae Mlynarz Trabajadora social, cientista política
107. Jaime Mulet Ex diputado de la República
108. Domingo Namuncura Ex director nacional de la Conadi
109. Ricardo Navarrete Ex senador de la República
110. Alfonso Néspolo Periodista
111. Javiera Olivares Segunda vicepresidenta Colegio de Periodistas de Chile
112. Carlos Ominami Ex senador de la República, presidente honorario Fundación Chile 21
113. Juan Pablo Orrego Ecólogo, presidente de ONG Ecosistemas
114. Nivia Palma Abogada, ex directora Fondart
115. Andrés Palma Economista, ex diputado de la República
116. Andrés Pascal Allende Sociólogo, vicerrector Universidad ARCIS
117. Martín Pascual Presidente Asociación Chilena de ONG
118. Jorge Pavez Ex presidente Colegio de Profesores de Chile
119. Pamela Pereira Abogada de Derechos Humanos
120. Claudia Pérez Actriz
121. Francisco Pérez Bannen Actor
122. Malucha Pinto Actriz
123. María Eugenia Puelma Encargada Departamento de Derechos Humanos Central Unitaria de Trabajadores
124. Rabindranath Quinteros Ex intendente de la región de Los Lagos, ex alcalde de Puerto Montt
125. Santiago Rebolledo Alcalde de La Cisterna
126. Manuel Riesco Economista, vicepresidente del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo CENDA
127. Eugenio Rivera Economista, director Programa Económico Fundación Chile 21
128. Carola Rivero Concejala
129. Luis Riveros Gran Maestro Gran Logia de Chile, profesor universitario
130. Patricio Rodrigo Director Ejecutivo Corporación Chile Ambiente
131. Carlos Ruiz E. Sociólogo, académico Universidad de Chile, presidente Fundación Nodo XXI
132. Pablo Salvat Filósofo político
133. Hernán Sandoval Médico especialista en Salud Pública, ambientalista, ex embajador de Chile en Francia, presidente Corporación Chile Ambiente
134. Marcia Scantlebury Periodista, vicepresidenta directorio TVN
135. Patricio Segura Periodista, consejero nacional Colegio de Periodistas de Chile, dirigente Patagonia sin Represas, ex integrante mesa Movimiento Social por Aysén
136. Nissim Sharim Actor
137. Esteban Silva Presidente Comité Ejecutivo Nacional Movimiento del Socialismo Allendista de Chile
138. Paulo Slachevsky Editor LOM Ediciones
139. Andrés Solimano Economista
140. Bruno Sommer Periodista, director de El Ciudadano
141. Francisco Soto Abogado, académico Escuela de Derecho Universidad de Chile
142. Ana Stipicic Vocera Alerta Isla Riesco
143. Cecilia Suárez Presidenta Corporación para el Desarrollo Sustentable
144. Claudia Torres Conductora programa radial “Aysén tu problema es mi problema”
145. Osvaldo Torres Académico
146. Marcelo Trivelli Ex intendente Región Metropolitana
147. Rafael Urriola Director del Programa de Protección e Inclusión Social Fundación Chile 21
148. Teresa Valdés Coordinadora del Observatorio de Género y Equidad
149. Silvia Valdivia Segunda directora Colegio de Profesores de Chile
150. Esteban Valenzuela Director de Ciencia Política y RRII de la UAH
151. Augusto Varas Sociólogo, presidente directorio Fundación Equitas
152. Nelson Venegas Alcalde de Calle Larga
153. Myriam Verdugo Periodista, consejera nacional Democracia Cristiana
154. Raúl Vergara Capitán FACH (R), ingeniero comercial Universidad de Chile
155. Francisco Vidal Ex ministro de Estado
156. Cristian Villarroel Dirigente Coordinadora por la Defensa del Agua y la Vida
157. Iván Vuskovic Ex presidente CONAPYME
158. Nancy Yáñez Abogada, codirectora Observatorio Ciudadano
159. Antonia Zegers Actriz
160. Faride Zerán Premio Nacional de Periodismo, académica Universidad de Chile
161. Raúl Zurita Poeta, Premio Nacional de Literatura

Se invita a adherir al correo nueva.republica2013@gmail.com


Texto completo, incluyendo los primeros 161 firmantes, en la edición impresa del mes de JUNIO 2013
A la venta en quioscos, librerías
y en la librería de Le Monde Diplomatique
San Antonio 434, local 14, Santiago
Teléfono: 664 20 50
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Adquiéralo por internet en:
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martes, 4 de junio de 2013

COMUNISTAS EN EL GOBIERNO





Rodolfo Fortunatti






El dossier COMUNISTAS EN EL GOBIERNO contiene una selección de artículos aparecidos en los medios de comunicación durante los últimos seis meses, periodo en el cual decantan las opciones presidenciales, las propuestas programáticas y la política de alianzas de la Democracia Cristiana.

Cada uno de estos análisis aborda, desde distintas perspectivas, el debate sobre la concurrencia del Partido Comunista, de la Concertación y de otras fuerzas políticas, a la conformación de un futuro gobierno de coalición.

Los autores y autoras ofrecen argumentos históricos, ideológicos, políticos y estratégicos, que rescatan del ámbito propio de la propaganda política, a menudo funcional a la discriminación y a la exclusión de los comunistas, la deliberación racional y objetiva respecto de la identidad, trayectoria y proyecciones del centenario partido.

La necesidad de asegurar la estabilidad y eficacia del gobierno que habrá de asumir y canalizar la demanda política y social —soslayada por la administración del Presidente Piñera hasta hacerla potencialmente explosiva—, exige un pacto de gobernabilidad democrática que comprometa al más amplio arco de fuerzas.

¿Hasta dónde debería extenderse esta nueva mayoría? ¿Cuál debería ser la profundidad y alcance de dicho compromiso? ¿Qué intereses externos se verán afectados por la soberanía de decisión de las colectividades políticas que participen del nuevo conglomerado? Son todas preguntas que acabarán de ser despejadas después del 30 de junio, cuando se hayan realizado las primarias presidenciales, y todos hayan podido mostrar su fuerza y gravitación. 

Santiago, junio de 2013.   



lunes, 3 de junio de 2013

NO HAY QUE CERRARLE LA PUERTA AL PC



Alberto Undurraga, vicepresidente de la Democracia Cristiana



Es cierto, los principales rostros de la Democracia Cristiana han salido la última semana a poner el grito en el cielo después que el Partido Comunista decidió apoyar públicamente la candidatura presidencial de Michelle Bachelet. Una línea de discurso que ha tensionados las cosas en la oposición, ya que desde la falange advierten que no miran con buenos ojos que un representante de la tienda de la hoz y el martillo se siente de igual a igual en el gabinete del próximo gobierno. Sin embargo, esa no es una visión unánime en la DC y también hay quienes creen que es el momento de sentarse, conversar y dejar de lado los prejuicios. El ex edil y candidato a senador en Santiago Poniente, Alberto Undurraga -quien aspira a desbancar en la Cámara Alta al PPD, Guido Girardi- es categórico: “Aquí hay un camino lógico, el 2008 tuvimos el primer pacto por omisión para esas municipales, después el 2009 pacto claro parlamentario con distinto candidato presidencial y el apoyo del PC en la segunda vuelta a Eduardo Frei, el 2012 pacto total en las municipales para elegir alcaldes y este año, ya tenemos pacto parlamentario y hemos dado un paso más, que es aceptar unas primarias de la oposición en la que participe el PC (…) yo creo que lo honesto es tener una conversación y plantear las diferencias”.

-Desde la DC se ha criticado el apoyo del PC a Bachelet y el oficialismo aprovechó el escenario, apostando a que sectores de la DC se inclinen por el abanderado de derecha.
 
-Los llamados desde la derecha, de Pablo Longueira, son insólitos, están más bien en sus cabezas y no en la realidad. La DC tiene un rol con el país y con la oposición, que implica volver a ser un partido transformador para terminar con la desigualdad. En muchas cosas empezamos a ser un partido transaccional, poniendo el énfasis en los acuerdos, que son buenos, eso está bien, pero el énfasis debe estar puesto en las transformaciones sociales con gobernabilidad. Tenemos un rol respecto de la oposición, que es recuperar y fortalecer el centro político para ganarle a la derecha en las presidenciales. Si nosotros somos un partido de centro izquierda tenemos que hacerlo con todos aquellos que compartan ese programa y a mi juicio la conversación es del PRI al PC.

“El elemento fundamental tiene que ver con un programa de gobierno, eso es lo que está en discusión, si participamos o no en un gobierno donde esté el PC, eso es al final. No puede haber una descalificación a priori, si hubiéramos tenido una descalificación a priori con el Partido Socialista jamás habríamos tenido una alianza con ellos, con quienes somos el eje central de la coalición de centro izquierda”, sostiene Undurraga.

-¿No hay un doble estándar de la DC al suscribir el pacto Nueva Mayoría con el PC pero luego poner en tela de juicio incluso la continuidad en la coalición opositora si ellos están en el futuro gobierno?

-Con el PC tenemos por cierto diferencias, desacuerdos históricos que nos separan, pero también en los últimos años hemos ido logrando un conjunto de acuerdos. Tenemos historia en los municipios, en el mundo social. El énfasis que hay que poner hoy tiene que ser inclusión con todos aquellos que compartan un programa. El ejercicio hay que hacerlo, sin cheque en blanco, porque lo importante es compartir un programa, de transformaciones sociales importantes con gobernabilidad. De momento que hacemos un acuerdo para participar todos en las primarias, naturalmente el paso siguiente es sentarnos a conversar para ver si compartimos un programa de gobierno, no hay que dar un portazo al PC.

-Esta semana ha sido evidente en la DC que se optó por el portazo. Insisto en lo del doble estándar, ¿a la DC le sirven los votos comunistas pero no se pueden sentar en la misma mesa con ellos?
 

-Lo correcto señalar es que en la DC hay miradas distintas respecto del tema. Las que se han expresado son legítimas, representan un sentir, pero no es la única que hay. Unos son contrarios, otros son escépticos y otros creemos que hay que sentarse en la mesa para ver qué es lo que se comparte en un programa de gobierno. Si se comparte, seguimos adelante, si no, hasta ahí llegamos, es sin cheque en blanco.

-El PC también tiene conflictos internos ante la posibilidad de integrar un gobierno con la Concertación. ¿Por qué ha surgido desde la DC este discurso anti comunista?

-Hay diferencias y algunas siguen presentes, sin embargo el desafío que tenemos por delante es terminar con la desigualdad, entonces lo coherente y responsable con el país es ver quienes están en esa tarea y ver si somos capaces de compartir un programa de gobierno y de gobernabilidad, que sea vinculante para todos los que están en esa conversación.

-El timonel comunista, Guillermo Teillier, pidió que se juzgue al PC por lo que hace en el país y no por lo que sucede afuera.

-El elemento fundamental tiene que ver con un programa de gobierno, eso es lo que está en discusión, si participamos o no en un gobierno donde esté el PC, eso es al final. No puede haber una descalificación a priori, si hubiéramos tenido una descalificación a priori con el Partido Socialista jamás habríamos tenido una alianza con ellos, con quienes somos el eje central de la coalición de centro izquierda.  Si uno mira la historia del PS y la DC también había desencuentros. Con el PC hay diferencias, algunas importantes. Una declaración de respeto a los DD.HH. y que las dictaduras son malas, todas, de derecha y de izquierda, para nosotros es relevante y nos gustaría tener algo explícito del PC chileno en esa línea. Las tareas respecto de estar en el gobierno, asumiendo los beneficios y los costos, también, pero créeme que al menos por mi experiencia, se puede avanzar y se puede hacer bien.

-Si desde el 2008 se ha venido trabajando en acuerdos electorales consecutivos y un trabajo parlamentario conjunto ¿Las primarias inciden en esta línea de la DC tan crítica del PC o es el reflejo de un sentimiento real en las bases?

-No estoy de acuerdo que sea anticomunista, sino que es marcar una identidad sin dar un cheque en blanco, lo que pasa que ha faltado no dar el portazo. El por qué básicamente se debe a que muchos son bastante escépticos que esto pueda funcionar, yo creo que hay que darse el tiempo, hacer el esfuerzo y mirar la parte positiva de la historia, ver si efectivamente podemos ponernos de acuerdo en un programa de gobierno. Mañana el Presidente o Presidenta en su gabinete, ¿no tendrá ministros DC? Yo creo que sí.

-Después de las primarias se citará a una Junta Nacional, en que uno de los temas centrales será la política de alianza de la DC, sin afirmar que en el próximo gobierno habrá ministros DC ¿es una garantía que la política de alianza no está en tela de juicio?

-Lo que va a hacer esa Junta Nacional es decir cuáles son los elementos de identidad de la DC que tienen que estar resguardados en un pacto de centro izquierda. Un pacto así no se puede convertir en uno de izquierda-izquierda, tiene que ser de centro izquierda. Nosotros impulsamos cambios profundos con gobernabilidad, aportamos la representación del mundo social cristiano. Si polarizamos este país, por un lado con una coalición muy de izquierda y al frente otra encabezada por Pablo Longueira, la verdad que eso le hace mal al país. Es acertado decir que el centro político es importante, es vital para ganarle a la derecha. La Junta Nacional va a decir eso, cuáles son los elementos que tiene que tener una coalición de manera que el centro esté representado y creo en general en la razonabilidad de los dirigentes políticos de oposición para entender que este es un pacto de centro-izquierda y no solo de izquierda.

-Con una coalición marcadamente de izquierda ¿Es más fácil para un DC votar por Allamand que por Longueira?

-Yo creo que va a ganar Longueira, por lo que uno ve en la calle. Independiente de quien sea el candidato de la derecha, el centro político en nuestra coalición es sumamente importante, no solo para ganar la elección, sino para que después los cambios sean con gobernabilidad, quienes hablan solo de transformaciones olvidan una parte de la ecuación, la gobernabilidad y la verdad es que las dos cosas son necesarias.

-Pero ¿es tentador para sectores de la DC votar por la derecha?

-Creo que en la base militante en ningún caso, nuestros militantes, son de oposición, todos vamos a estar con quien gane las primarias y por ahora estamos trabajando para que Claudio Orrego tenga un buen resultado el 30 de junio. Sin embargo, es evidente que si el centro político no está incorporado en el programa de oposición, cualquiera sea el candidato, una parte puede mirar al frente, que fue una de las razones por las que ganó Sebastián Piñera. Lo que estamos haciendo con Orrego no es solo ir a afirmar votación nuestra, sino que recuperar votación para la coalición de oposición.

La goma y el lápiz

-Afirma que la ecuación es transformaciones y gobernabilidad, ¿en la práctica que significa: Asamblea Constituyente, eliminar el sistema binominal, reforma tributaria, educación gratuita universal?

-Significa construir un pacto social, político y fiscal para terminar con la desigualdad. Debemos construir un Estado con derechos garantizados y deberes ciudadanos, donde el Auge sea la norma y no la excepción. En lo político, eliminar el binominal y los vetos de minoría en la Constitución. En lo fiscal, una reforma tributaria que permita financiar estos derechos garantizados y que además tenga un efecto redistributivo.

-Pero Bachelet ya dijo que no se trata de hacer cambios a la Constitución, sino que lo que se necesita es una nueva nacida en democracia.
 
-Está bien, pero yo creo que esos dos cambios son los fundamentales, porque a partir de ellos se gatillan todos los demás. Si tenemos un sistema proporcional de elección del Parlamento y sin veto de minoría, eso genera una representación popular grande, que los movimientos sociales pueden estar en el Parlamento representados. Esos son los temas centrales, comparto lo central que sea una Constitución nacida en democracia, pero lo fundamental se hace con una goma y no con un lápiz. Hay que escribir algunas, pero lo fundamental es borrar esas dos.

-Varias veces los candidatos al Parlamento que tienen una buena performance pero que no ganan son llamados a conformar el gobierno. ¿Está dispuesto a sentar en el gabinete de Bachelet a partir de marzo del 2014?

-Aún no terminan las primarias, Claudio Orrego es mi candidato y segundo, esa es una pregunta que hay que hacerle a Girardi, porque yo voy a ser senador.

Marcela Jiménez, El Mostrador