PRESENTADO POR EL CAMARADA MARIANO RUIZ-ESQUIDE Y
APROBADO POR UNANIMIDAD EN LA JUNTA NACIONAL DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA EL PASADO 26 DE JULIO
Reunida la
Junta Nacional del Partido Demócrata en esta fecha y en conformidad a los Estatutos
vigentes se ha acordado por unanimidad el siguiente voto político.
Considerando que es inevitable asumir, tal como lo
hiciéramos acertadamente en el pasado, nuestras responsabilidades históricas a
favor de los cambios, renovando nuestra orientación doctrinaria, ideológica y
programática de modo de ampliar y profundizar la democracia, impulsando
reformas en pro de más justicia, igualdad y fraternidad, situándonos,
nuevamente con espíritu comunitario, en la vanguardia ética orientadora de la “nueva
época” que aparece en Chile.
Considerando por una parte la crítica situación de
desprestigio y de pérdida de confianza que ha sufrido la actividad política,
especialmente partidaria y por otra, el hecho de haber asumido
responsabilidades políticas en el gobierno de la Presidenta Sra. Michelle
Bachelet y de la Nueva Mayoría, con el fin principal de perfeccionar la
democracia. Que esa elección se resolvió por clara voluntad democrática del
pueblo soberano con el respaldo sin precedentes de la inmensa mayoría
ciudadana, cuestión que nos obliga a sostener esa legitimidad, manteniéndola y
ampliándola de tal modo de superar la contradicción señalada.
Considerando especialmente nuestro compromiso con los
valores del Humanismo Cristiano “aggiornados” actualmente con la más alta
potestad doctrinaria, lo que nos impulsa a lograr más inclusión, solidaridad,
justicia y libertad personal, en todos los aspectos, instándonos a poner
término a las enormes desigualdades y abusos derivados del neoliberalismo dominante
por largo tiempo en Chile, con la consecuente frustración de las personas y de
los sueños de los jóvenes.
Considerando que para lograr nuestros objetivos de
cambios estructurales en justicia y pacíficamente, debemos asegurar la
mantención de la sólida mayoría política y social lograda, cumpliendo el
programa progresista comprometido y confiado por el pueblo, con especial énfasis,
en las aéreas que el propio gobierno, nuestro gobierno, ha fijado como
prioritarias.
Considerando que para ser capaces de encabezar
exitosamente este proceso de cambio profundo, se requiere reconquistar la confianza
popular y el respeto ciudadano, alimentando la consistencia y la armonía del conjunto
de los partidos de la Nueva Mayoría, incluidos los amplios sectores
independientes que nos respaldan", sin provocar contradicciones
desorientadoras, sino perfeccionando las propuestas programáticas y los
proyectos sin altisonancias inconducentes.
Considerando -finalmente- que para hacer realidad las
aspiraciones que anteceden, requerimos de la férrea Unidad interna del Partido
y el fortalecimiento de sus convicciones y de sus raíces sociales, para
encauzar dichas fuerzas, tras una clara voluntad política de avanzada que
promueva los cambios que Chile necesita.
Acuerda
1. Reiterar ante el País, nuestra voluntad
inquebrantable de continuar y profundizar nuestra línea histórica de avanzada, mantenida
durante casi 70 años, para defender el valor de la democracia, la libertad, la
justicia social y los derechos humanos, frente a cualquier idea o movimiento
que buscare destruirlos o avasallarlos, conforme al acuerdo unánime de la
última Junta Nacional, lo que ha pasado a ser patrimonio partidario.
2. Respaldar -sin duda alguna- nuestra pertenencia a
la Nueva Mayoría, en un "ánimus" unitario que debe surgir del mutuo
respeto, con lenguaje cuidadoso pero veraz, y una acción política consecuente. Señalamos
lo anterior, con especial énfasis y preocupación, pues respaldamos al Consejo
Nacional y a la Mesa Directiva, en este punto. La historia de Chile de los
últimos 40 años nos demanda responsabilidad unitaria, entre las fuerzas de
avanzada, con el fin de evitar las regresiones que condujeron a los desastres
humanos y materiales del mayor drama de nuestra historia del siglo XX, en 1973.
3. Mandatar a las autoridades nacionales, regionales, comunales
y sobre todo a nuestras bases sociales, para que en las instancias
correspondientes asuman nuevamente la tarea de hacer “pedagogía democrática”,
mediante la participación activa en ellas. Tomar la defensa de los tres ejes centrales de
las reformas propuestas por el Gobierno. Propiciando que se haga primero, la
deliberación y el debate correspondiente en la base social y territorial del Partido, para luego expandirla a la sociedad,
llevando a cabo la tarea cívica participativa, a todo lo largo y ancho del
país. Entendemos como mandato especial de esta Junta Nacional, el recuperar
así, prontamente, nuestra fuerza política y social, dando mayor
representatividad a nuestras autoridades políticas, parlamentarias y partidarias,
así como a los miembros presentes en el Ejecutivo.
4. Señalar que esta Junta Nacional le conceda la mayor
importancia ética a una manera de ser respetuosa y propicia a la fraternidad
interna. También señalamos preocupación por elevar el nivel de tolerancia a la
pluralidad de fuerzas de la Nueva Mayoría y la imprescindible Unidad entre
nuestros partidos gobernantes, entre estos y el gobierno y la urgencia para
lograr un "modus vivendi" articulador entre nosotros, frente al crudo
enfrentamiento con la derecha, su prensa y las críticas planteadas por los partidos
y movimientos que no son parte de la Nueva Mayoría. Los gobiernos y las
coaliciones se degradan y fracasan, cuando no se cultiva la cohesión y no se
respeta esta regla de oro tendiente a sedimentar y desarrollar “amistad cívica”.
En esto la historia nos ha dado ya varios ejemplos fuera y en nuestro propio país.
5. Ratificar las líneas de acción política, social, económica,
cultural, internacional y éticas
aprobadas en el V Congreso, haciendo un llamado a nuestros camaradas para que
participen en las instancias de preparación y en el desarrollo del VI Congreso,
así como también pedir a la Comisión organizadora, el facilitar la participación
activa de la militancia escuchando a las organizaciones sociales y diferentes
movimientos.
6. Manifestar nuestra clara posición de vanguardia
como partido y por ello, precisamos que el PDC no formará parte de ninguna combinación
retardataria nacional o internacional, salvo que la democracia esté en peligro.
No estamos disponibles para una alianza
electoral o ideológica con la derecha, pero sí lo estamos para en virtud del
interés superior de la Nación, avanzar en los temas de país o proyectos específicos,
con ellos o algunos de sus partidos.
7. La Junta Nacional llama a nuestros camaradas a
practicar la acción política como un ejercicio ético, sin el cual no lograremos
superar la imagen deteriorada que tiene esta actividad. A algunos no les importa que con esto la
democracia se debilite, pero nosotros que somos muchísimos más, como mayoría
consciente, hemos aprendido de la experiencia. Deseamos mayor equilibrio
institucional y desarrollar la cultura ciudadana, como una tarea de bien común.
8. Consecuentes con lo anterior, llamamos a todos
nuestros militantes y simpatizantes a promover y concretar los proyectos
contemplados en el programa que están destinados a lograr las Tres Reformas Claves.
Además los otros puntos del programa destinados a ir concretando con
“gradualidad acelerada”, una Salud de
igual calidad para todas y todos, un Sistema Previsional digno en igual
condición, un estatuto jurídico que incluya en el etos común, sin
discriminaciones, la pluralidad étnica y cultural de los Pueblos Originarios, la
construcción de un nuevo modelo de relaciones laborales que reconozca en el
derecho laboral las normas que dignifican el trabajo humano y que permiten
equiparar la capacidad de negociación colectiva de los trabajadores con las
empresas, una mayor participación del país en los beneficios provenientes de nuestras
riquezas naturales partiendo por el Agua, el Cobre, el Litio etc., una política
energética basada en una matriz multidimensional, activa y respetuosa del medio
ambiente. En fin políticas sociales y de desarrollo integral que siendo justas
garanticen los derechos elementales de la persona humana.
9. Abrir el camino a la nueva era, con un gran salto
de dignidad, es posible, mediante la promoción y la participación activa desde
la base, en las organizaciones sociales donde deberá estar inserto el Partido.
Este y la Nueva Mayoría deben tender a construir nuevos nexos entre el poder
político y la sociedad, muy especialmente para los jóvenes que anhelan
responsablemente construir el futuro.
Hacemos un llamado desde el fondo de nuestra alma, a
los chilenos para que tengan fe en el
futuro de Chile. Confianza entre nosotros, como hijos de una misma nación,
esperanza en los jóvenes, confianza en
este gobierno mayoritario y en los partidos que lograron esa legitimidad que nos
enorgullece y que no se conocía antes en Chile.
Finalmente, reiteramos la convocatoria a trabajar por
la Unidad partidaria. Esta no se romperá al haber pluralidad interna, sino que
se enriquecerá con las distintas visiones y propuestas específicas. Así nos
sumaremos comunitariamente al conocido paradigma:
En lo de fondo y lo doctrinal: UNIDAD
En lo discutible o perfectible:
LIBERTAD
Siempre respeto y FRATERNIDAD
Mariano Ruiz-Esquide
Ignacio Balbontín
Belisario Velasco
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Juan Manuel Sepúlveda M. Pedro
Hernández G. Patricio
Huepe
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Alejandra Miranda José Soto Juan Miguel Jara
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Alejandro Gonzalez
Ricardo Moreno
Jorge
Consales
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Pili Mallea Carlos Aparicio Rodolfo Fortunatti
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Ricardo Halabi
Miguel Angel Botto José Uribe
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Raimundo Gonzalez A.
Juan Miguel Carril R. Patricio Argandoña R.
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María Antonieta E. Florencio Ceballos C. Enrique Bertrán A.
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Carlos Eduardo Mena
Marcel Young Juan
Miguel Carril
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