Consejo Nacional PDC y VIII Región: Desastre
Electoral, Ético y Político
JORGE VERA CASTILLO*
Los Batros en San Pedro de la Paz, Concepción |
Históricamente,
la Democracia Cristiana siempre tuvo una importante presencia política y un
significativo respaldo electoral, en lo que hoy se conoce como Región del
Biobío u VIII Región, en particular desde 1964 hasta 1973, y, posteriormente,
desde 1990 hasta las elecciones parlamentarias del 2009. La Región llegó a
contar, durante varios años en ese período, con cuatro legisladores demócratas
cristianos, dos senadores y al menos dos diputados, siendo reelegidos en
variadas ocasiones, con buenas evaluaciones personales.
Ciertamente,
los cambios ocurridos en las coaliciones políticas en esta segunda década del
siglo XXI, también han repercutido y seguirán repercutiendo en la Democracia
Cristiana, a veces con aparentes y engañosos ‘buenos resultados’. Así, en la
última elección de alcaldes y concejales, del domingo 28 de octubre de 2012,
resultó elegido Alcalde de Concepción, ciudad capital de la VIII Región, el
demócrata cristiano Álvaro Ortiz Vera, con un muy alto resultado electoral en
votos y porcentaje. En los hechos fue candidato de una gran mayoría de la
oposición, aunque fuera en un Pacto denominado Concertación Democrática,
alcanzado un total de 39.363 votos, que representaron nada menos que un 55.15%.
Dirigentes nacionales actuales del PDC —especialmente su Presidente— se han
apoyado en algunos resultados como éste, para sentirse satisfechos y seguir
‘controlando’ ese partido político.
Sin
duda, el autoengaño en política es un muy mal compañero, especialmente en lo
analítico y lo conductual. No deja ver adecuadamente la realidad, no permite
prever escenarios electorales y políticos y, por tanto conlleva a malas
conclusiones para implementar la toma de decisiones políticas estratégicas.
El caso, que nos sirve de antecedente cercano, es muy revelador de lo que
criticamos y denunciamos. El muy buen resultado de la elección de ese Alcalde
fue un ejemplo muy anticipatorio de algo mucho más amplio, que fue la
construcción posterior de una Nueva Mayoría política, como se conoce a la nueva
coalición triunfadora. No debemos olvidar que ese Alcalde fue elegido en un
contexto de especiales condiciones electorales y políticas: haber sido Concejal
de la Municipalidad de Concepción y ser hijo de un Diputado con fuerte arraigo
político distrital e identificado nacionalmente como ejemplo de desempeño en
sus funciones y tareas, en cuanto al cumplimiento de máxima asistencia a
sesiones y comisiones permanentes de la Cámara de Diputados, por una parte y,
por otra, al haber contado con un amplísimo apoyo político, que incluyó incluso
a dirigentes y votantes del Partido Progresista y de otras expresiones
políticas organizadas, en un primer ejercicio de una amplia mayoría política
opositora, más que la emergente en esta campaña presidencial.
La
Democracia Cristiana no supo analizar, ni entender ni proyectar aquel
resultado, teniendo en perspectiva que el 17 de noviembre de 2013 se iban a
realizar elecciones parlamentarias, junto con elección presidencial, llevándola
a un desastre electoral, ético y
político en la VIII Región, en sus resultados. Con ese triunfo del 28 de
octubre, del anterior año 2012, ¿se analizó cuánta era y fue realmente la
votación propiamente pro demócrata cristiana? Y si se agrega el resultado de la
elección primaria presidencial de la Nueva Mayoría del domingo 30 de junio de
2013, ¿no se pudieron tomar mejores decisiones?
Los resultados de las elecciones senatoriales en la Región del Biobío son extremadamente
muy aleccionadores, ética y políticamente, para esta conducción actual de la
Democracia Cristiana. La componenda impuesta centralmente y la transparencia
puesta en duda han sido silenciosa pero brutalmente rechazadas, especialmente
en la Circunscripción Senatorial 12 - Región del Biobío Costa.
En
efecto, las mismas cifras de votos y de porcentajes lo demuestran. En la Circunscripción Senatorial 12 resultó elegido, por el Pacto Nueva
Mayoría, el actual Senador Alejandro Navarro Brain con 156.280 votos, que
equivalen a un 33.93%. En cambio, el actual Senador Camilo Escalona Medina, apoyado
oficialmente por el Partido Demócrata Cristiano, fue ampliamente derrotado, al
obtener solamente 82.052 votos, que representan un precario 17.81%. El
candidato Navarro fue primera mayoría electoral y política, superando a la
candidata Jacqueline van Rysselberghe Herrera, elegida por la Alianza con
128.117 votos, que representan un 27.81%. A su vez, ésta superó por exactos 10
puntos porcentuales al derrotado candidato Camilo Escalona, propuesto por la DC.
Escalona
Medina es militante del Partido Socialista. Su 17.81%, ¿representa la fuerza
electoral del llamado y pretendido “eje PS-PDC” en esa tan importante
Circunscripción de la VIII Región? ¿Cuál es la real fuerza electoral del PDC en
esa votación de 82.052 votos? ¿Los habrán ya calculado los que impusieron esa
candidatura, que trae a la memoria, en sus tristes derroteros, a los políticos
italianos Giulio Andreotti, demócrata cristiano, y Bettino Craxi, socialista?
¿Qué pensarán de la diferencia de 74.228 votos, expresivos de un 16.12%, que
separaron a los actuales Senadores Navarro Brain y Escalona Medina?
Con
estos resultados, y mirando los alcanzados por el reelecto Diputado Fidel
Espinoza Sandoval (Distrito 56) y el electo Senador Rabindranath Quinteros Lara
(Circunscripción 17), también militantes socialistas, ¿comprenderán hoy el o los
artífices de la operación ‘salvataje’ de Escalona, las reales razones de su gran
berrinche, con penosas imágenes de escenificaciones casi decadentes, en los
actuales tiempos vertiginosos, para no someterse a elecciones primarias dentro
del Pacto Nueva Mayoría y/o dentro de su Partido Socialista?
Esa
argumentación de que el derrotado
Escalona Medina sería un político con estatura de ‘estadista’ y representante
de un bien escaso, el ‘republicanismo’, elaborada por unos muy pocos demócratas
cristianos - seguida sin mayor discernimiento por su Presidente Nacional y la Directiva
- y alabada por representantes de la peor derecha política, resultó un fiasco.
El gran Pueblo penquista y regional no se compró ni tragó algo tan espurio,
falaz y nefasto.
El
Senador Alejandro Navarro Brain obtuvo un buen y merecido resultado, en un
contexto de especial complejidad. Su infatigable labor parlamentaria, aun con
aspectos críticos que muchos pudieran tener legítimamente al respecto, ha sido
ampliamente reconocida y retribuida. Su actitud posterior ha sumado humildad,
madurez y sabiduría, como atributos complementarios y necesarios. Ciertamente
muchos de los habituales votantes demócratas cristianos también le otorgaron su
reconocimiento, al ser un bravo luchador desde sus tiempos de dirigente
estudiantil en la Universidad de Concepción, durante la dictadura.
En la Circunscripción Senatorial 13,
de la Región del Biobío Cordillera, la DC tuvo otro muy mal resultado, dentro
del Pacto Nueva Mayoría. En efecto, resultó ampliamente triunfador el actual
Diputado Felipe Harboe Bascuñan, del Partido por la Democracia, con 121.521
votos, equivalentes a un 37.79%. El actual Senador Hosain Sabag Castillo, del
PDC, solo obtuvo 53.115 votos, expresivos de un bajo 16.51%. Se trató de una derrota más
aplastante: el Diputado Harboe más que dobló al Senador Sabag, superándolo por
68.406 votos. Sabag ha sido por dos períodos Senador por la Circunscripción 12,
en la misma VIII Región. Harboe es actual Diputado por el Distrito 22, en
Santiago, Región Metropolitana.
Todo
lo anterior expresa un muy equivocado enfoque político-estratégico de la
dirigencia nacional demócrata cristiana actual, en relación a la realidad de la
Región del Biobío. La dirigencia regional, provincial y comunal fue sumisa ante
el error, la majadería y la testarudez política, impuestos desde Santiago. Y
además, contribuyeron a la pérdida de un doblaje senatorial, que se tenía, y
que era relevante seguir manteniendo en esa VIII Región.
Unas
pocas advertencias no fueron consideradas ni siquiera contestadas, es decir
ignoradas.
A
todo lo expuesto, no abordamos aquí las dos concluyentes derrotas en las
elecciones senatoriales en las Circunscripciones 7 y 8 de la Región
Metropolitana, necesitadas de un abierto, desapasionado y exhaustivo análisis
electoral, ideológico y político-programático.
Ojalá que el Consejo Nacional del PDC, de lunes 2 de
diciembre de 2013, se atreva a sacar las lecciones de tan
errados emprendimientos políticos y no los esconda, en aras de esa malsana
idiosincrasia resultante del “humanismo de la tibieza” —fuertemente denunciado
por Jacques Maritain—, que siempre encuentra
un motivo para adormecer a los camaradas con aquello que “no es conveniente,
por ahora”, o, “veámoslo más adelante mejor”, después de tal o cual evento, como
expresión de una conducta política caracterizada por su ambigüedad, su dilación
y su vacilación.
En la hora presente,
el Partido Demócrata Cristiano ya no resistirá seguir auto engañándose. Ni
seguir postergando sus definiciones para después del 15 de diciembre de 2013,
del 11 de marzo de 2014 o de la fecha de su 6° Congreso, fijado para abril del
2014.
Con
un recuerdo profundo de Radomiro Tomic Romero, podemos señalar que su Tesis de la Unidad Social y Política del
Pueblo, para aquel 4 de septiembre de 1970, comienza ya a hacerse realidad,
sin exclusiones, por las Anchas Alamedas —que
prefigurara el Presidente Salvador Allende Gossens el martes 11 de septiembre
de 1973— de la Democracia chilena, a
la cual se refiriera Gabriela Mistral en sus primeras palabras al recibir el
Premio Nobel de Literatura, en Estocolmo, el miércoles 12 de diciembre de 1945,
como “Hija de” aquella. Llegó la hora de recomenzar en este nuevo ciclo
político y social. Con la voz de Pablo Neruda, “Subamos, hermanas y hermanos,
por que ha llegado la hora de nacer de nuevo, con toda la memoria y todo el porvenir
iluminando el presente.” ¡Demócrata Cristiano, levántate y mira tus manos, para
crecer, tómalas junto a las de tu Hermano, sin demoras! ¡No le temáis nunca al
Pueblo trabajador, mirad su abnegación, su ardiente paciencia y su sabiduría, y
atrévete por el futuro de Chile, sin ambigüedades, dilaciones y vacilaciones!
Con nuestra Presidenta Michelle Bachelet Jeria lo iremos construyendo, día tras día. Es ella quien nos señalara, en su Discurso de agradecimiento al recibir el “Premio Internacional a una Trayectoria Humana 2012”, en Nueva York, el 27 de diciembre de 2012: “Me comprometo a seguir bregando por la paz, los derechos humanos, la igualdad y la democracia. La lucha por la libertad late en el corazón de cada ser humano. Es una lucha universal y el compromiso no tiene fecha de vencimiento. Como decimos en mi Patria, en Chile: No hay marcha atrás. Seguiremos avanzando.”
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*Jorge G. A. Vera Castillo
Miembro Comisión Internacional PDC.
Militante y ex Primer Vicepresidente
Primera Comuna "Santa Lucía".
Santiago Centro PDC.