jueves, 14 de febrero de 2013

Nuestro compromiso para un Partido Demócrata Cristiano con liderazgo, conducción, unidad y participación



Los abajo firmantes hacemos públicos los compromisos que guiarán nuestro comportamiento político en la nueva mesa nacional del Partido Demócrata Cristiano que, encabezada por el camarada Aldo Cornejo, contribuiremos a elegir el domingo 17 de marzo.

1. GARANTÍA DE PARTICIPACIÓN.— Creemos en una comunidad de hombres y mujeres libres y, por ello, buscaremos transformar al Partido en una democracia viva, genuinamente participativa y deliberante, que restablezca el valor de la militancia partidaria, y de cada uno de los militantes, en la formación de la política democratacristiana.

a. Durante la próxima conducción política debe formularse la propuesta programática de la Democracia Cristiana a la Concertación, tarea a la cual debe ser convocado e incorporado a las deliberaciones todo el Partido.
b. También en el curso de la próxima gestión el Partido debe saldar una deuda de actualización —y de vigencia de sus estatutos— y realizar su VI Congreso Nacional.
c. Durante el mandato de la próxima mesa generaremos condiciones para el enriquecimiento de nuestra cultura política, abriendo el quehacer del Centro Democracia y Comunidad a la pluralidad de visiones que convergen en el Partido, el que debe ejercer facultades de control y evaluación de su desempeño.
d. Los frentes del partido, en especial aquellos que están en contacto con las demandas de los movimientos sociales más activos —juventud, indígena, trabajadores, pobladores, profesionales—, deben proponerse metas y contar con los medios necesarios para asegurar la participación y la deliberación de sus afiliados en las decisiones internas, partiendo por sus elecciones.
e. Las comisiones político-técnicas deben abrirse al concurso de todos los militantes, observando el principio personalista de que los miembros del Partido, en cuanto ciudadanos, están facultados para emitir opiniones autorizadas sobre los asuntos públicos.
f. El diálogo político-técnico debe ser asistido con información pertinente y oportuna, de modo que la ignorancia sobre determinadas materias, no se constituya en un obstáculo a la participación de nadie.
g. El Consejo Nacional debe ser una instancia de deliberación política especializada y sus funciones deben ser asesoradas por equipos interdisciplinarios.
h. Las decisiones políticas, hoy concentradas en el presidente del Partido, deben ser tomadas en común por los miembros de la mesa directiva, y la actuación de ésta debe sujetarse a controles políticos que den garantías a todos los militantes.
i. Debe formarse una unidad electoral dotada de facultades y autonomía para asegurar procesos electorales transparentes e informados.

2. GARANTÍA DE FORMACIÓN DEL GOBIERNO.— Respecto del modo en que la Democracia Cristiana debe concurrir a la formación de un futuro gobierno, velaremos por que esta participación se concrete atendiendo criterios de idoneidad, compromiso con la gestión pública y responsabilidad con el Partido.

a. Esta función debe estar estrictamente radicada en la mesa nacional y debe ser ejercida con prudencia, espíritu de colaboración y pluralismo, respetando las facultades constitucionales del Presidente de la República, y los equilibrios políticos deseables entre los partidos políticos y los independientes que le brindarán apoyo.
b. La próxima mesa nacional debe hacer un crucial aporte a la formulación de un nuevo modo de estructurar y de administrar el gobierno para preservar su estabilidad y su unidad de propósitos.
c. El servicio que habrá de prestar el Partido en el gobierno central, no debe vaciar a los municipios ni a los gobiernos regionales de las capacidades técnicas y políticas indispensables, sino que debe hacerse de forma tal que racionalice la asistencia de sus activos dirigentes en tareas de gestión y conducción política.
d. El servicio que ofrezca el Partido en los gobiernos locales, regionales y central, tampoco debe vaciar a la colectividad de las competencias necesarias para emprender sus tareas de elaboración, análisis y formación política.

3. GARANTÍA DE COALICIÓN MAYORITARIA.— En cuanto a la gobernabilidad de la coalición que dará sustento al próximo gobierno, nuestro compromiso es que la próxima mesa nacional:

a. Promueva la ampliación de la Concertación hacia otros sectores sociales y políticos, y contribuya a una coalición de gobierno en la que participen todas las fuerzas de oposición con presencia parlamentaria.
b. Impulse una nueva modalidad de diálogo, de autonomía entre los partidos y el mundo social a través de mecanismos eficaces de resolución de conflictos, y separando explícita y lúcidamente lo que es público de lo que, por razones de unidad y eficacia política, deba mantenerse en reserva.
c. Genere instancias permanentes de comunicación y coordinación entre el gobierno, los ministros, los subsecretarios y jefes de servicios, con los parlamentarios, alcaldes, concejales, consejeros regionales y partidos políticos.
d. Someta a evaluación periódica la marcha de la administración a fin de mejorar su eficacia, resolver episodios críticos, y asegurar el éxito de la gestión gubernamental.

4. GARANTÍA DE PROGRAMA PARA LA ESTABILIDAD Y LA GOBERNABILIDAD.— El programa del futuro gobierno debe contener las reformas políticas, económicas y sociales que conduzcan a la paz y a la cohesión social, a la estabilidad institucional y a la gobernabilidad democrática.

a. El diseño de las políticas públicas —y esto ha de quedar plasmado en el programa de gobierno— debe responder al enfoque de derechos y a su progresivo y universal perfeccionamiento.
b. En el plano político, nuestro principal compromiso debe ser la reforma de la Constitución a través de un procedimiento ampliamente legitimado que refleje la voluntad soberana, libre e informada del pueblo. Consistente con lo anterior, nos proponemos cambiar el sistema binominal y los quórum calificados mediante un claro pronunciamiento plebiscitario, estableciendo un sistema electoral proporcional, y haciendo que las decisiones parlamentarias se sometan a las mayorías en ejercicio.
c. En lo económico, nuestra mayor responsabilidad debe ser impulsar la profunda reforma del sistema tributario, una nueva política del cobre, el restablecimiento de la propiedad pública de los derechos de agua, otra matriz energética, una política para los recursos marítimos y pesqueros, la descentralización, la regionalización y la desconcentración financiera, y el mejoramiento de la ley orgánica del Banco Central.
d. En lo social, el norte de la acción política democratacristiana debe ser la formulación estratégica para un desarrollo urbano a escala humana, una política de calidad de la vida humana, una política del agro, una reforma educacional —en el sentido de lo que hemos llamado refundar la Educación Pública—, una política de salud, una política de vivienda y urbanismo, una política de preservación del medio-ambiente y un nuevo Código del Trabajo.

5. GARANTÍA DE MEMORIA HISTÓRICA.— Cuando se conmemoran cuarenta años del golpe de Estado, es deber de la Democracia Cristiana contribuir al debate nacional, a fin de que todos asumamos la responsabilidad histórica que nos cabe en los sucesos que llevaron al quiebre de la democracia, y consecuentemente, reafirmemos nuestro compromiso con la dignidad humana, la paz y las libertades, a la luz del respeto sin excepciones de los derechos fundamentales de las personas.

a. Procuraremos que el Partido rescate y haga públicos los testimonios que dieron los democratacristianos en la lucha por la paz y los derechos humanos en Chile.
b. Emprenderemos esfuerzos conducentes a proveer al Museo de la Memoria de los antecedentes sobre hechos en que se vio comprometida la vida y el testimonio de democratacristianos.
c. Con la nueva directiva nacional emprenderemos las gestiones conducentes a asegurar la diversidad de visiones y opciones humanistas —como las propugnadas por las iglesias— y el pluralismo político en el Instituto de Derechos Humanos.

Llamamos a nuestros camaradas a respaldar este compromiso movilizándose el 17 de marzo a los lugares de votación, ejerciendo su derecho a voto, difundiendo el valor de este acto cívico, acercándose a aquellos militantes más alejados de los centros de decisión y de información política, y, finalmente, exigiendo el cumplimiento de dicho compromiso a la directiva que surgirá en aquella jornada.

Belisario Velasco, Mariano Ruiz-Esquide, Jorge Consales, Patricia Alrringo, Carlos Aparicio, Alejandra Miranda, Víctor Torres, Ignacio Balbontín, Juan Gmo. Espinosa, Raimundo González Aninat, Mario Fuentes, Marcel Young, Juan Ml. Sepúlveda, Osvaldo Verdugo, Rodolfo Fortunatti, Ricardo Urzúa, Senén Conejeros A., Florencio Ceballos, Raúl Donckaster, Hernán Kohnenkampf , Héctor Gárate.

Santiago, 14 de febrero de 2013.



 Camaradas,

He recibido hoy jueves 14 de febrero de 2013 documento "Nuestro Compromiso para un Partido Demócrata Cristiano con Liderazgo, Conducción, Unidad y Participación", enviado por el Camarada Young Debeuf.

Y lo he analizado con dedicado interés, y me sugiere algunos comentarios y reflexiones, que comparto con ustedes:

1° Que bueno que efectivamente se vayan a realizar elecciones realmente competitivas el domingo 17 de marzo de 2013, entre diversas alternativas, todas legítimas, en el PDC.
2° Las llamadas "mesas de consenso", en general, son la negación del debate político, de la participación real de bases partidarias y, por ende, de algo muy esencial de la Política.
3° Componendas distributivas de cargos, alternancia de tiempos dentro del período de la duración estatutaria de una Directiva Nacional, exclusión reiterada de visiones distintas al interior del Partido, centralismo y repetición de aquellos mismos dirigentes, son, entre otras, malas prácticas que han contribuido cada vez más a un desprestigio de la Política.

4° En cuanto a la candidatura para Presidente Nacional del Partido, ya el día miércoles 30 de enero de 2013, le comuniqué al Camarada Aldo Cornejo González mis puntos de vista (los que comparto con ustedes, a partir de correo que le enviara en fecha indicada).

5° En relación a los contenidos de vuestro documento, solo me limito a expresarles aquí algunas sugerencias complementarias, como una contribución para mayor claridad política y para no dar lugar al "humanismo de la tibieza" - que señalara Jacques Maritain, como una expresión de la ambigüedad, tan negativa para la Política -, que hace que a veces los que aparecen como los más avanzados al interior de un Partido, terminan autolimitándose cuando hay que dar ese paso que falta y ha faltado, históricamente, para recuperar este Partido Demócrata Cristiano para un real cambio social, con nuevo modelo de desarrollo:

En efecto, en la Sección "1. Garantía de Participación", considerando especialmentos los puntos "e.", "f.", "g." y "h": sugiero que se retome y se incluya la idea de que el Partido cree y tenga, estatutaria e institucionalmente, una COMISIÓN POLÍTICA, compuesta por el Presidente Nacional, el Secretario Nacional, uno de los siete Vicepresidentes y 7 Miembros elegidos en Junta Nacional, con un total de 10 Miembros. Se trataría de una instancia de análisis político permanente y de elaboración y fijación de puntos de vista oficiales del Partido, que el Presidente Nacional o el Vocero que se designe, debe dar a conocer públicamente. El actual Consejo Nacional, que se reune sin regularidad y tiene tal cantidad de integrantes, se parece más a una pequeña asamblea de casi 50 miembros. Y por tanto, la Directiva Nacional y el Presidente Nacional hacen y deshacen libremente. Por otra parte, el PDC chileno debe ser uno de los escasos Partidos, en el mundo, que no tiene una COMISIÓN POLÍTICA. Y ésta debiera tener un propio Presidente también.

En la Sección "4. Garantía de Programa para la Estabilidad y la Gobernabilidad", punto "b.", resulta absolutamente insuficiente lenguaje del texto que señala que "En el plano político, nuestro principal compromiso debe ser la reforma de la Constitución...". Aquí sugiero postular claramente (y sin esa "tibieza") la necesidad de elaborar "una Nueva Constitución para Chile". El tema del "procedimiento" o los mecanismos, para alcanzar este cardinal objetivo político, será motivo de discusión en el conjunto de la Oposición. Reformas a la actual Constitución se vienen haciendo hace ya casi un cuarto de siglo, lo que ha sido enteramente insuficiente para un Chile democrático, ya en pleno Siglo XXI.

Sin querer extenderme en otros aspectos puntuales, que sí se pueden complementar y mejorar, saludo vuestra actividad de elaboración partidaria, siempre escasa y limitada.

Con mis fraternales saludos,

JORGE G. A. VERA CASTILLO
Miembro Comisión Internacional PDC.
Ex Primer Vicepresidente Primera Comuna
"Santa Lucía" de Santiago Centro del PDC.
(De Marzo 21, 2007 hasta Marzo 22, 2010).
Ex Presidente de la Comisión Organizadora
Comunal del V Congreso Nacional del PDC.
(Agosto 2, 2006 hasta Noviembre 7, 2007). 



Creo que es necesario agregar algunas consideraciones de política exterior, que con la anuencia de la Ximena Rincónque inspiró un buena minuta al respecto y que está evolución, podría aportar.

En un mundo globalizado y con  desafíos que ponen  en jaque la solidaridad , equidad intergeneracional  y cooperación interregional, el tema de las relaciones internacionales y su impacto  en la ciudadanía es crucial para  el diseñó de sociedades  más justas, fraternas y, en definitiva más sustentables. Asimismo es imposible  soslayar el rol de la ciencia y la tecnología para mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables. En ese contexto una diplomacia preventiva que se anticipe por ejemplo al acaecimiento de desastres naturales que golpean con singular fuerza a los más desposeídos, requiere de una mirada que no sea rehén sólo de la contingencia vecinal. Hay que reinvidicar  por ejemplo las nociones de seguridad humana, acceso democrárico al conocimiento, divulgación democrática de la información, Trabajo Decente,Poder Conceptual( Chile "país co- builder")  Principio Pro Homine, Metas Sustentables del Milenio,solidaridad como una nueva modalidad de cooperación, en el marco de los bienes públicos globales, etc.

Estas reflexiones no taxativas y productos del estimulante  documento remitido , deben ser, a mi juicio, refinadas y profundizadas, en el marco de un debate de base amplia.


Raimundo González Aninat
Consultor Internacional/ Embajador