lunes, 26 de octubre de 2020

El escenario socio-económico, la situación de Pandemia, el Plebiscito del 25 de octubre y los desafíos de la centro izquierda

Oscar Osorio




 

1.      El escenario actual 

La pandemia del Covid-19, ha afectado, qué duda cabe, prácticamente a todo el mundo. Sin embargo, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región caerá a niveles de hace 120 años. La revisión proyecta que en 2020 la zona verá una disminución del 9,1%. En efecto, América del Sur será la más afectada en la caída del salario con 9,4%, por delante de Centroamérica y México con 8,4%. Se prevé que el desempleo suba a 13,5%, la pobreza llegue al 37,7% y se confirme a la región como la más desigual. La entidad considera que el continente perderá 10 años “en términos económicos”. Además considera que retrocederá 15 años “en términos sociales”[1].

La comisión de ONU observa que los sistemas de salud deficientes, la elevada informalidad laboral y magros sistemas de protección social, dificultan la recuperación ante la crisis sanitaria. Por esa razón los economistas de la Cepal llaman a olvidar las estrategias de ajuste y piden planes fiscales y monetarios expansivos.

Chile, no está ajeno a este drama. Más aún, la pandemia ha desnudado déficit que creíamos superado: niveles de hacinamiento, vulnerabilidad social y una profunda desigualdad territorial que ha significado que del total de fallecidos a la fecha (18.000 aproximadamente),  cifras cercanas al 90% corresponden a personas que habitan comunas y territorios populares. En este sentido, contrario sensu al discurso oficial, el virus es absolutamente antidemocrático.

De esta manera, para  Chile la entidad considera que la caída de sus finanzas será de -7,9% del PIB. Las estimaciones más drásticas de la Cepal son para Venezuela (-26%), Perú (-13%), Argentina (-10%), Brasil (-9,2%) y Ecuador (-9%).

2.      Las medidas del Gobierno

Absolutamente todas las medidas económicas y sociales, diseñadas e implementadas por el gobierno para enfrentar la crisis, relacionadas con reactivación fiscal, mayor gasto y reasignaciones, alivios tributarios y mayor liquidez, han sido no sólo insuficientes, sino que extemporáneas, reducidas y de difícil acceso (excesiva burocracia y serios problemas logísticos) en atención al discurso “oficial de la focalización”, v/s” la universalidad” requerida por la mayoría de los actores políticos. Tanto así, que el parlamento, con votos incluso  de parlamentarios del oficialismo, logró aprobar el retiro del 10% de las platas que las personas tenían ahorradas en las AFP, justamente como una medida para que la mayoría de las personas afectadas por los problemas económicos derivados de no poder trabajar, tuvieran algo de liquidez. Medida que requería Cuorom Calificado (2/3) para ser aprobado, por lo que se necesitaba en ambas cámaras de votos de parlamentarios del oficialismo, situación que finalmente ocurrió.

De esta manera, lo que en un primer momento fue sumamente resistido no solo por las autoridades políticas y sectoriales del gobierno, sino que también por técnicos y economistas de la oposición, lo que habla (quizás) de la estrechez de paradigmas respecto de la formación de las escuelas de economía en las diversas Universidades del país,  finalmente resultó un gran impulso a la actividad económica del país y se hizo con los recursos de los propios trabajadores. 

3.      Cómo enfrentar este escenario de restricción y estrechez económica

Ante la caída de -7.9% que tendrá el PIB del país, es poco el espacio y margen de acción del gobierno en este último trimestre. Lo más seguro que se genere  (o debería generarse) un gran impulso a la generación de empleos con recursos públicos. Para tales efectos, existe memoria en el aparato de gobierno ya que tanto en la crisis asiática de 1998-2000, como en la crisis sub prime de 2008, hubo un fuerte impulso a la generación de empleos a través de diversas obras fiscales. Sin embargo, tal como lo presenta la CEPAL, esta crisis será de significativa  mayor proporción a las anteriores crisis, razón por lo cual la respuesta del Estado debe ser también muy contundente.

Ministerios como Obras Públicas (MOP), trabajando en el mejoramiento de la conectividad, (a través de sus obras de vialidad) por ejemplo en sectores rurales (particularmente en territorios y comunas con población indígena),  en la construcción de puentes o en obras de mayor envergadura como embalses, puertos, etc., etc.; Vivienda, propiciando políticas para la construcción de viviendas en territorios rurales y también en comunas urbanas; Agricultura, con sus servicios, particularmente la Conaf, en tanto Corporación privada, puede recibir recursos desde la Dipres e implementar en todo el país, planes de empleos relacionados con algunas de las acciones de la corporación forestal. Esto es lo que se espera para este último trimestre de 2020.

4.      El momento constitucional

En este escenario de incertidumbre, desempleo, pobreza, más y profunda vulnerabilidad, generada tanto por la pandemia como por las desigualdades estructurales de la economía,   se realizará el plebiscito del 25 de octubre. Tal como indican los análisis y predicciones electorales, la opción “apruebo” concitará una gran mayoría, lo mismo que la “convención constituyente”. Este momento constituyente es la única ruta posible para solucionar la crisis del 18/0, que expresó, de manera categórica (y dramática también) que el modelo (ultra) neoliberal había perdido toda legitimidad y que el pueblo, organizado se había expresado con absoluta claridad: no queremos más de lo mismo.  Este es un consenso claro. Sin embargo, en virtud de la pandemia y fundamentalmente de los factores políticos (fragmentación de la oposición) no existe claridad si este momento constitucional llevará finalmente a un nuevo proyecto de sociedad y cuales serías sus contornos, contenidos y ejes. Hasta ahora solo existen variados ejercicios de  imaginería acerca de lo que podría constituir un nuevo modelo.

5.      El contexto para la reactivación económica

Mientras se desencadena este proceso constituyente, habrá que hacerse cargo (vacuna covid-19 mediante) de la reactivación económica del país. Sin embargo, subyacen dos grandes variables estructurales,  además de un elemento político-ideológico, que irán definiendo los alcances y focos de la reactivación. Nos referimos a lo siguiente:

En primer lugar, a la absoluta e irremediable deslegitimidad del modelo de desarrollo (ultra) neoliberal, que, dicho en palabras muy simples, se basa (ba) en la idea según la cual la búsqueda de la felicidad y la buena vida, será siempre un asunto autorreferencial que cada individuo debe llevar a cabo por su cuenta. Es decir, el “yo puedo solo” (donde no existe la sociedad) importando nada o lo mismo si el infortunio afecta a los demás. La pandemia y sus devastadores efectos ya expresados aquí, nos han mostrado que si no hay comunidad, si no hay colaboración e incluso reciprocidad, es imposible salir en soledad, “por las propias” o “por las mías”.

En segundo lugar, y en mismo nivel de relevancia que el punto anterior, el desfonde paulatino y sostenido de la institución “Presidencia de la República”. El punto ha sido tratado por innumerables columnistas y claramente afecta a un país excesivamente presidencialista como el  nuestro. Ambos elementos estructurales limitan no sólo la  confianza social, sino que toda posibilidad de creer en planes, programas y políticas de reactivación que provengan de estas instituciones.

En tercer lugar, como elemento político-ideológico, ¿qué rol asumirá el ethos empresarial chileno?, que se caracteriza, entre otras dimensiones,  por la gran concentración económica del poder; la falta de transparencia de las instituciones económicas, por lo tanto opacidad en las reglas  de competencia de los mercados, que les han permitido ocultarse detrás del lobby, para que los grandes grupos económicos mantengan sus ventajas.

Esta gran concentración económica ha venido generando  una sobrerrepresentación de los grupos empresariales y de las elites en los espacios de toma de decisiones políticas, situación que tiene evidentes problemas de legitimidad, pues transmite muy claramente un sentido de desigualdad en la influencia que los grupos más privilegiados pueden ejercer. Y contra este tipo de privilegios de la elite económica, social y política, el país se ha pronunciado de manera elocuente. No sólo no les creen, sino que los responsabilizan como uno de los causantes de la crisis, particularmente del 18/10. La pregunta al respecto es la siguiente: ¿será posible que este empresariado inicie un camino, por cuenta propia, de modernización que permita regular los mercados  y hacerlo desde la perspectiva de los consumidores?, donde el sentido de la competencia no sea acabar con el otro y mantener privilegios y poder, sino que fomenten iniciativas de innovación y servicios pro-consumidor.

6.      ¿Qué políticas para la reactivación?

Si la respuesta a la pregunta anterior, tiene una respuesta en la línea de la reflexión final, es señal de que efectivamente el empresariado y las principales autoridades del sector económico, han escuchado el clamor del pueblo. Sin embargo, de manera lamentable, (fatalmente lamentable) las principales autoridades del sector y los representantes de las organizaciones empresariales, han dado la señal equivocada. Lo que pretenden es financiar los gastos de la reactivación con los recursos de los trabajadores. Ya está rondando la idea en el parlamento y no faltarán quienes realmente crean que subir uno o dos puntos el IVA sea una medida justa y no regresiva.

Se olvidan que la principal agencia económica en el mundo, de inspiración neoliberal, el FMI, modificó su discurso ortodoxo al pedir a los gobiernos que sumen impuestos para los más ricos. La recomendación busca que los estados amplíen su recaudación y ayuden a los sectores más afectados por la crisis que deja la pandemia. Incluso hablan de  “la aplicación de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más rentables”. Más aún, la directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, recalcó que retirar “los apoyos de manera prematura: podría provocar una ola de quiebras y un gran aumento del desempleo”. La titular comentó que los gobiernos deben “adaptar el sistema fiscal para adaptarlo al mundo del siglo XXI y hacerlo más equitativo”.

7.      ¿Qué hará la oposición ante esta disyuntiva?

Con un gobierno desfondado, con una crisis de legitimidad terminal del modelo, con una demanda social, sin articulación de partidos políticos, sin mediación organizada, (como nos recordó de nuevo este18/0, con “funas” a cualquier atisbo de llevar las aguas del descontento a “mi molino”), la oposición debe ser capaz de jugar en todas los espacios, en todas canchas y hacerlo de manera impecable (situación que hasta ahora no ha ocurrido).

El primer partido y la primera cancha será este 25 de octubre, donde toda la oposición deberá usar de todo sus aparatos y recursos para que el apruebo y convención constituyente obtengan un claro triunfo. El segundo partido se comenzará a jugar inmediatamente después del plebiscito y será el de comenzar con el proceso constituyente que finalmente derive en una nueva carta fundamental sin ataduras autoritarias, que deje atrás las ideas de Estado subsidiario y que sean reemplazadas por las ideas de un Estado Social de Derechos. Un tercer partido, quizás el más relevante y complejo, será el de comenzar a dibujar los contornos de lo que debería ser el nuevo proyecto, el nuevo modelo que reemplace al actual modelo de desarrollo (ultra) neoliberal. Este partido será particularmente complejo toda vez que las bases del malestar, descontento o desplome del modelo, seguirán estando vigentes mientras se juegan estos partidos. Es decir, no ha habido modificación alguna al sistema de salud, las AFP siguen pagando pensiones miserables, las elites empresariales, sus privilegios y prebendas nos continúan asombrando, etc., etc.

Se requerirán, por lo tanto, ejercicios de generosidad, altruismo y de un gran sentido patriótico y republicano. Lo que se viene no es menor y tiene que ver de qué manera los dilemas, desafíos y limitaciones del sistema democrático, los resolvemos con más democracia y no con menos. Es mucho lo que está en juego como para dejar que la desmesura y las consignas del todo o nada, se adueñen de la cancha. Pero tampoco la crisis se resuelve con más de lo mismo.

Será necesario construir rutas participativas, incluyentes, de cambios y reformas indispensables y otras más adjetivas que incorporen horizontes de tiempo para su implementación.  El país tiene memoria de experiencias que significaron reformas profundas, cambios, participación social, fortalecimiento de modelos cooperativos, presencia del Estado acompañando y diseñando futuros. A esa memoria tenemos que apelar.

Compatibilizar entonces, “hasta que la dignidad se haga costumbre”, con más y mejor democracia, es el objetivo, el camino y la ruta. La dignidad sólo en democracia se hace costumbre. La pregunta es: ¿estará la clase política, la oposición, la centro izquierda dispuesta a asumir este desafío? La respuesta a esta pregunta está abierta.

 

Oscar Osorio Valenzuela

Octubre 20, 2020

 



[1] Estudio Económico de América Latina y el Caribe. Principales condicionantes de las políticas fiscal y monetaria en la era pospandemia de COVID-19. CEPAL, octubre 2020


lunes, 5 de octubre de 2020

La Democracia Cristiana en la encrucijada: ¿Por quién doblan las campanas?

Oscar Osorio Valenzuela

 


Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la masa. Si el mar se lleva un terrón, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa señorial de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntas por quién doblan las campanas: doblan por ti,

Fragmento del poema del inglés, John Donne, 1624

Posteriormente, en 1940, el afamado escritor estadounidense, Ernest Hemingway publica su célebre novela, tomando el nombre de este poema, para graficar también la tragedia de los combatientes del bando republicano, en la guerra civil Española, que fue la fragmentación (anarquistas, comunistas, parte del ejército regular, milicianos, internacionalista, como el mismo Hemingway), frente a un enemigo compacto, feroz y con gran ayuda de Italia y la Alemania nazi. Nunca hubo un colectivo; solo singularidades, valientes y combativas como ninguna, pero nada más que singularidades.

 

La realización de la Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano, el sábado 26 de septiembre, venía precedida por la gran fragmentación de sensibilidades internas. Todo hacía presagiar que la conducción del presidente (para muchos erráticas) respecto a constituirse durante los dos primeros años de este gobierno, en una suerte de bisagra, apoyando proyectos del gobierno, y distanciándose sostenidamente del resto de la oposición, se ratificaría o, a lo más, sufriría algunas modificaciones menores. Sobre todo, en virtud del contexto que cambia abruptamente a partir del estallido del 18/0 y fundamentalmente con la pandemia del Covid-19, que ha dejado al país en la más absoluta de las precariedades y vulnerabilidades, producto de un Estado neoliberal ausente. Sin embargo, contra todo aquel presagio de infortunios, aquello no ocurrió. Por lo tanto, luego de la realización de la junta Nacional, cabe preguntarse: ¿Por quién doblan las campanas en la DC?

1. Doblan, por el Voto unánime de la Junta, respecto a concitar la mayor unidad de la oposición. Para tales efectos se habilitó a la Directiva Nacional para concertar acuerdos y definir primarias con el resto de la oposición. “Con toda la oposición, sin exclusiones”. Pero también por resituar a la DC en la oposición, en la centro izquierda y hacer todos los esfuerzos inimaginables, no sólo para ofrecer una alternativa de gobierno junto a “todo” el resto de la oposición, sino para cambiar el modelo de desarrollo basado en el neoliberalismo y transitar hacia un estado social de derechos. Por el contrario, no doblan por aquellos asesores y consejeros en las sombras, que previo a la realización de la junta, “extrañamente” con todo el apoyo y cobertura de los medios de comunicación oficialistas, argumentaban que la DC debía situarse solo en el eje del centro y desde ahí, cual partido “boutique” comenzar a diseñar una ruta de centro derecha para el partido y para el país.

2. Doblan, con justa razón, por Carmen Frei. No solo por su coherencia política que se manifiesta en tender puentes de confianzas hacia el resto de la oposición y generar unidad en los hechos. La creación de un comando unido por el apruebo, junto a otras destacadas mujeres de todo el espectro de oposición, es una muestra de esa coherencia. Pero también por su inclaudicable lucha por demostrar (cosa que ya fue confirmada por los tribunales de justicia) que su padre, el ex Presidente Frei Montalva, fue asesinado por la dictadura cívico-militar justamente por exigir una nueva constitución para Chile a través de una asamblea constituyente. No doblan, qué duda cabe, por Genaro Arriagada.

3. Doblan también por Ramón Briones, referente de la sensibilidad a la que pertenece el Presidente del Partido, quien hizo no solo uno de discursos más emotivos y resueltamente antisistema, reconocidos por todos los integrantes de la Junta, sino que además, le recuerda a la Junta lo errado de la conducción del partido en los dos primeros años de este gobierno, respecto a la idea de ser un partido bisagra. Briones no sólo habló de la inmoralidad del modelo neoliberal, sino que apeló a la necesidad de cambiarlo urgentemente. Incluso se refirió a todo lo que podría realizar el Estado de poder manejar los recursos que los trabajadores le han entregado a las AFP.

4. En el mismo sentido, doblan por aquella inmensa cantidad de dirigentes políticos y sociales que se han manifestado incansablemente por cambiar el sistema de pensiones basado en las AFP. La junta lo expresó claramente en el voto, respecto a no +AFP. Por esta razón las campanas doblan también por Ricardo Hormazábal, quien fue el primero en denunciar el fraude de las AFP respecto de las pensiones. Por tales razones, fue prácticamente desterrado, marginado y excluido de toda figuración pública (por el partido del orden) por atreverse a cuestionar el sentido de tales instituciones. Hoy su lucha ha sido reconocida en esta junta nacional y fundamentalmente en el voto político.

5. Doblan las campanas, además, por la inmensa y mayoritaria cantidad de dirigentes territoriales, mujeres y hombres que, en la junta, alzaron la voz para llamar a la unidad y recordar que ellos y ellas están trabajando en las calles, codo a codo con todas las fuerzas de la oposición para que en el próximo plebiscito del 25 de octubre, triunfen la opción “apruebo” y “convención constituyente”. También recordaron el tema de la equidad de género, cuestión que finalmente el voto de la junta incorporó. Pero lo más relevante de su llamado e interpelación fue para que el partido, de manera decidida, se sitúe definitivamente en la oposición. Doblan las campanas entonces por la voz de María Beatriz Fuenzalida, dirigente nacional de la Asociación de Funcionarios del Ministerio de Educación (ANDIME) de la región del libertador O’Higgins y de Abdón Anaís, dirigente de la ANEF regional de la región de Coquimbo.

6. No doblan las campanas, para quienes insisten en creer que el enemigo y el “cuco” del país y de la DC es el comunismo o el partido comunista. Se olvidan que es el modelo de desarrollo en este sistema neoliberal, generando todas las desigualdades, precariedades, vulnerabilidades, abusos y privilegios, para el grueso de la población, es el que hace posible escuchar el discurso e influencia comunista. Por lo tanto, las campanas doblan por la Senadora Yasna Provoste y claramente no doblan por el afán inquisidor de Marta Larraechea.

7. Doblan las campanas, por la cantidad de concejales y alcaldes de los territorios más pobres del país que influyeron para que en la redacción del voto unánime de la Junta Nacional, en el primer lugar, estuviera un homenaje a las ya casi 17.000 víctimas del Covid-19, y a sus familias y que pertenecen en una amplia proporción, justamente a estos territorios más pobres del país. Los responsables del diseño e implementación de las políticas para enfrentar esta pandemia, al menos los de la primera etapa, deben asumir sus responsabilidades políticas, administrativas, pero también penales. Doblan las campanas entonces por Felipe Delpin, alcalde de la comuna de La Granja, y por Claudia Pizarro, alcaldesa de la comuna de La Pintana, ambas comunas fuertemente afectadas por la situación de pandemia y que han alzado su voz para denunciar esta situación.

8. Doblan por Renán Fuentealba, Mariano Ruiz Esquide y Jorge Donoso, firmantes de la carta de “Los trece” del 11 de septiembre de 1973, quienes encabezaban uno de los votos que se discutieron en la junta, junto al también longevo ex diputado por la región de Aysén, Valdemar Carrasco, por quien también doblan las campanas. Los cuales, con toda su juventud acumulada (103 años de Renán y 91 de Mariano y 90 de Valdemar), hicieron llegar con su ejemplo a esta junta, que siempre será valioso defender la democracia, a cómo de lugar. Lo mismo respecto de la unidad de la centro izquierda. En este sentido de la unidad, el espíritu de Bernardo Leighton, principal impulsor de la carta, también estuvo presente en la Junta.

9. Podrían haber doblado por el Senador Francisco Huenchumilla, si es que no hubiese puestos tantos requisitos para llegar como candidato a la junta. Un error de cálculo hizo que se bajara cuando finalmente todo lo que él pretendía, ex ante la realización de la junta, el voto unánime de la misma lo contempló. Además que la Junta, como si respondiera a una solicitud personal, incorpora en unos de acápites, que Chile, junto con reconocer constitucionalmente a los pueblos originarios, debe conformarse en una sociedad pluricultural.

10. Doblan entonces por Ximena Rincón y Alberto Undurraga, quienes con una voluntad y convicción más alta que la cordillera de los Andes, llegan como candidatos y dispuestos pasar todas las vallas y competir lealmente en una primaria interna, para luego asumir, ojalá como candidato (a) único de la centro izquierda, en una primera vuelta presidencial, teniendo presente el clamor de la junta: no más gobierno de derecha, no más modelo neoliberal y unidad con todos, sin exclusión. Dependerá de ellos cómo siguen esta ruta.