martes, 29 de julio de 2014

VOTO POLÍTICO



PRESENTADO POR EL CAMARADA MARIANO RUIZ-ESQUIDE Y APROBADO POR UNANIMIDAD EN LA JUNTA NACIONAL DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA EL PASADO 26 DE JULIO
      

Reunida la Junta Nacional del Partido Demócrata en esta fecha y en conformidad a los Estatutos vigentes se ha acordado por unanimidad el siguiente voto político.

Considerando que es inevitable asumir, tal como lo hiciéramos acertadamente en el pasado, nuestras responsabilidades históricas a favor de los cambios, renovando nuestra orientación doctrinaria, ideológica y programática de modo de ampliar y profundizar la democracia, impulsando reformas en pro de más justicia, igualdad y fraternidad, situándonos, nuevamente con espíritu comunitario, en la vanguardia ética orientadora de la “nueva época” que aparece en Chile.

Considerando por una parte la crítica situación de desprestigio y de pérdida de confianza  que ha sufrido la actividad política, especialmente partidaria y por otra, el hecho de haber asumido responsabilidades políticas en el gobierno de la Presidenta Sra. Michelle Bachelet y de la Nueva Mayoría, con el fin principal de perfeccionar la democracia. Que esa elección se resolvió por clara voluntad democrática del pueblo soberano con el respaldo sin precedentes de la inmensa mayoría ciudadana, cuestión que nos obliga a sostener esa legitimidad, manteniéndola y ampliándola de tal modo de superar la contradicción señalada.

Considerando especialmente nuestro compromiso con los valores del Humanismo Cristiano “aggiornados” actualmente con la más alta potestad doctrinaria, lo que nos impulsa a lograr más inclusión, solidaridad, justicia y libertad personal, en todos los aspectos, instándonos a poner término a las enormes desigualdades y abusos derivados del neoliberalismo dominante por largo tiempo en Chile, con la consecuente frustración de las personas y de los sueños de los jóvenes.

Considerando que para lograr nuestros objetivos de cambios estructurales en justicia y pacíficamente, debemos asegurar la mantención de la sólida mayoría política y social lograda, cumpliendo el programa progresista comprometido y confiado por el pueblo, con especial énfasis, en las aéreas que el propio gobierno, nuestro gobierno, ha fijado como prioritarias.

Considerando que para ser capaces de encabezar exitosamente este proceso de cambio profundo, se requiere reconquistar la confianza popular y el respeto ciudadano, alimentando la consistencia y la armonía del conjunto de los partidos de la Nueva Mayoría, incluidos los amplios sectores independientes que nos respaldan", sin provocar contradicciones desorientadoras, sino perfeccionando las propuestas programáticas y los proyectos sin altisonancias inconducentes. 

Considerando -finalmente- que para hacer realidad las aspiraciones que anteceden, requerimos de la férrea Unidad interna del Partido y el fortalecimiento de sus convicciones y de sus raíces sociales, para encauzar dichas fuerzas, tras una clara voluntad política de avanzada que promueva los cambios que Chile necesita.

Acuerda

1. Reiterar ante el País, nuestra voluntad inquebrantable de continuar y profundizar nuestra línea histórica de avanzada, mantenida durante casi 70 años, para defender el valor de la democracia, la libertad, la justicia social y los derechos humanos, frente a cualquier idea o movimiento que buscare destruirlos o avasallarlos, conforme al acuerdo unánime de la última Junta Nacional, lo que ha pasado a ser patrimonio partidario.

2. Respaldar -sin duda alguna- nuestra pertenencia a la Nueva Mayoría, en un "ánimus" unitario que debe surgir del mutuo respeto, con lenguaje cuidadoso pero veraz, y una acción política consecuente. Señalamos lo anterior, con especial énfasis y preocupación, pues respaldamos al Consejo Nacional y a la Mesa Directiva, en este punto. La historia de Chile de los últimos 40 años nos demanda responsabilidad unitaria, entre las fuerzas de avanzada, con el fin de evitar las regresiones que condujeron a los desastres humanos y materiales del mayor drama de nuestra historia del siglo XX, en 1973.

3. Mandatar a las autoridades nacionales, regionales, comunales y sobre todo a nuestras bases sociales, para que en las instancias correspondientes asuman nuevamente la tarea de hacer “pedagogía democrática”, mediante la participación activa en ellas. Tomar la defensa de los tres ejes centrales de las reformas propuestas por el Gobierno. Propiciando que se haga primero, la deliberación y el debate correspondiente en la base social y territorial del  Partido, para luego expandirla a la sociedad, llevando a cabo la tarea cívica participativa, a todo lo largo y ancho del país. Entendemos como mandato especial de esta Junta Nacional, el recuperar así, prontamente, nuestra fuerza política y social, dando mayor representatividad a nuestras autoridades políticas, parlamentarias y partidarias, así como a los miembros presentes en el Ejecutivo.

4. Señalar que esta Junta Nacional le conceda la mayor importancia ética a una manera de ser respetuosa y propicia a la fraternidad interna. También señalamos preocupación por elevar el nivel de tolerancia a la pluralidad de fuerzas de la Nueva Mayoría y la imprescindible Unidad entre nuestros partidos gobernantes, entre estos y el gobierno y la urgencia para lograr un "modus vivendi" articulador entre nosotros, frente al crudo enfrentamiento con la derecha, su prensa y las críticas planteadas por los partidos y movimientos que no son parte de la Nueva Mayoría. Los gobiernos y las coaliciones se degradan y fracasan, cuando no se cultiva la cohesión y no se respeta esta regla de oro tendiente a sedimentar y desarrollar “amistad cívica”. En esto la historia nos ha dado ya varios ejemplos fuera y en nuestro propio país.

5. Ratificar las líneas de acción política, social, económica, cultural, internacional  y éticas aprobadas en el V Congreso, haciendo un llamado a nuestros camaradas para que participen en las instancias de preparación y en el desarrollo del VI Congreso, así como también pedir a la Comisión organizadora, el facilitar la participación activa de la militancia escuchando a las organizaciones sociales y diferentes movimientos.

6. Manifestar nuestra clara posición de vanguardia como partido y por ello, precisamos que el PDC no formará parte de ninguna combinación retardataria nacional o internacional, salvo que la democracia esté en peligro. No estamos disponibles para una  alianza electoral o ideológica con la derecha, pero sí lo estamos para en virtud del interés superior de la Nación, avanzar en los temas de país o proyectos específicos, con ellos o algunos de sus partidos.

7. La Junta Nacional llama a nuestros camaradas a practicar la acción política como un ejercicio ético, sin el cual no lograremos superar la imagen deteriorada que tiene esta actividad. A algunos no les importa que con esto la democracia se debilite, pero nosotros que somos muchísimos más, como mayoría consciente, hemos aprendido de la experiencia. Deseamos mayor equilibrio institucional y desarrollar la cultura ciudadana, como una tarea de bien común.

8. Consecuentes con lo anterior, llamamos a todos nuestros militantes y simpatizantes a promover y concretar los proyectos contemplados en el programa que están destinados a lograr las Tres Reformas Claves. Además los otros puntos del programa destinados a ir concretando con “gradualidad acelerada”,  una Salud de igual calidad para todas y todos, un Sistema Previsional digno en igual condición, un estatuto jurídico que incluya en el etos común, sin discriminaciones, la pluralidad étnica y cultural de los Pueblos Originarios, la construcción de un nuevo modelo de relaciones laborales que reconozca en el derecho laboral las normas que dignifican el trabajo humano y que permiten equiparar la capacidad de negociación colectiva de los trabajadores con las empresas, una mayor participación del país en los beneficios provenientes de nuestras riquezas naturales partiendo por el Agua, el Cobre, el Litio etc., una política energética basada en una matriz multidimensional, activa y respetuosa del medio ambiente. En fin políticas sociales y de desarrollo integral que siendo justas garanticen los derechos elementales de la persona humana.  

9. Abrir el camino a la nueva era, con un gran salto de dignidad, es posible, mediante la promoción y la participación activa desde la base, en las organizaciones sociales donde deberá estar inserto el Partido. Este y la Nueva Mayoría deben tender a construir nuevos nexos entre el poder político y la sociedad, muy especialmente para los jóvenes que anhelan responsablemente construir el futuro.

Hacemos un llamado desde el fondo de nuestra alma, a los chilenos para que tengan  fe en el futuro de Chile. Confianza entre nosotros, como hijos de una misma nación, esperanza en los jóvenes, confianza en este gobierno mayoritario y en los partidos  que lograron esa legitimidad que nos enorgullece y que no se conocía antes en Chile.

Finalmente, reiteramos la convocatoria a trabajar por la Unidad partidaria. Esta no se romperá al haber pluralidad interna, sino que se enriquecerá con las distintas visiones y propuestas específicas. Así nos sumaremos comunitariamente al conocido paradigma:
         

En lo de fondo y lo doctrinal: UNIDAD
En lo discutible o perfectible: LIBERTAD
Siempre respeto y FRATERNIDAD



Mariano Ruiz-Esquide               Ignacio Balbontín                     Belisario Velasco
Juan Manuel Sepúlveda M.     Pedro Hernández G.                 Patricio Huepe
Alejandra Miranda                   José Soto                                     Juan Miguel Jara
Alejandro Gonzalez                  Ricardo Moreno                         Jorge Consales
Pili Mallea                                  Carlos Aparicio                           Rodolfo Fortunatti
Ricardo Halabi                           Miguel Angel Botto                   José Uribe
Raimundo Gonzalez A.             Juan Miguel Carril R.                 Patricio Argandoña R.
María Antonieta E.                    Florencio Ceballos C.                Enrique Bertrán A.
Carlos Eduardo Mena               Marcel Young                             Juan Miguel Carril