sábado, 4 de mayo de 2013

PRIMARIAS PARLAMENTARIAS DE LA CONCERTACIÓN


La lucha para terminar con los abusos y la desigualdad escandalosa, para convertir a Chile en un país de ciudadanos y no de consumidores, para contar con un Estado fuerte y eficiente, y un mercado bien regulado, que promueve la innovación y el desarrollo, requiere la construcción de una verdadera mayoría, la que convoca al centro y a la izquierda a que juntas, concuerden u programa común.

Estimados Presidentes de Partidos,

Conozco el compromiso personal de cada uno de ustedes con los objetivos de profundizar la democracia, abrir verdaderos espacios de participación y mejorar la calidad de la acción política. Son anhelos que la inmensa mayoría de las chilenas y chilenos compartimos.

Es por esa razón que el fracaso de la negociación que llevaran a cabo los partidos que integran el pacto “Nueva Mayoría” para concordar primarias parlamentarias constituye no sólo una mala noticia para quienes creemos en los objetivos que acabo de señalar, sino también provoca frustración y molestia.

Nuestro país espera que lejos de limitarnos a contemplar la guerra fratricida y desleal que parece instalarse entre las candidaturas de gobierno, seamos capaces de someternos a exigencias mucho mayores. Chile espera más de nosotros y esto no puede demorar más.

Como candidato presidencial de la Democracia Cristiana y decidido militante de nuestra coalición, los llamo a llevar a cabo un esfuerzo como el que nunca antes hemos promovido.

Nuestras primarias presidenciales deben ser la oportunidad para generar ideas, para convocar nuevos liderazgos, para renovar los existentes. Deben ser un espacio en el que animemos a mucha gente a comprometerse con nuestra democracia y asumir responsabilidades en ella. En ese espíritu los invito a sentarse nuevamente a la mesa de negociación y concordar ahora, sin dilaciones, la realización de primarias parlamentarias vinculantes no más allá del 28 de julio, una vez que hayamos elegido a nuestro abanderado presidencial.

Mi partido ya ha seguido ese camino para elegir a sus candidatos a concejales y alcaldes, a su candidato presidencial y a un número significativo de sus candidatos a diputado. Es posible. Es necesario. Toda nuestra energía debe estar puesta en recuperar el empuje de nuestra democracia, romper el nefasto sistema binominal que inmoviliza a las mayorías, refrescar nuestro sistema político y conectarlo nuevamente con la ciudadanía. Cumplir este compromiso requiere de todos nosotros generosidad, flexibilidad y convicción. Nunca ha sido fácil conciliar los intereses legítimos de los diferentes miembros de nuestra coalición, pero todo lo bueno que hemos hecho por Chile ha sido fruto de nuestra capacidad para ponernos de acuerdo cuando lo que está en juego es el bien superior de nuestro país.

Entiendo perfectamente las dificultades logísticas, financieras y políticas detrás de una decisión de esta envergadura, pero entiendo también que nuestra credibilidad está debilitada, y que los ciudadanos de Chile nos piden un esfuerzo extraordinario para mejorar las condiciones de vida de todos nuestros compatriotas.

La lucha para terminar con los abusos y la desigualdad escandalosa, para convertir a Chile en un país de ciudadanos y no de consumidores, para contar con un Estado fuerte y eficiente, y un mercado bien regulado, que promueve la innovación y el desarrollo, requiere la construcción de una verdadera mayoría, la que convoca al centro y a la izquierda a que juntas, concuerden u programa común. Esta es la hora de la audacia y la generosidad. Pueden contar con mi compromiso para esto.

Les saluda afectuosamente,
Claudio Orrego Larraín
Candidato Presidencial
Democracia Cristiana

 3 de mayo de 2013