martes, 28 de octubre de 2014

MERKEL Y BACHELET

Giovanna Flores Medina




Sonrientes, afables y coincidentes. Así se han mostrado ayer la canciller alemana Angela Merkel y la presidenta chilena Michelle Bachelet. Un retrato amistoso que, más allá de consolidar la imagen financiera de nuestro país —de la mano de quien controla con puño de hierro los rescates bancarios y la macroeconomía de la Eurozona—, marca un punto de inflexión en la coyuntura nacional.

Contra todo pronóstico de parte de aquellos que auguraban un mensaje poco conciliador de la líder de la CDU, la señal fue otra. Reforma Educacional, Nueva Constitución y un mayor posicionamiento en la Unión Europea, cuentan con el total respaldo de Merkel, lo que sólo fortalece a la Nueva Mayoría y la integración en el Gobierno de sectores de la izquierda, como el Partido Comunista.

Durante meses, la Reforma Educacional ha encontrado escollos en materia de gratuidad y el fin de la selección, siendo el último golpe mediático el lobby emprendido por los «colegios alemanes» que reciben financiamiento del Ejecutivo germano. Tanto, que el mismo representante de la Fundación Konrad Adenauer en Chile —entidad de marcado signo anticomunista y pro-liberal, que financia las estructuras más tradicionales de la Democracia Cristiana—, ejerce la vocería de las «deutschen schulen». Para ellos, estaría en juego la protección de la enseñanza de la lengua alemana y el patrimonio educacional que por más de un siglo han forjado acá.

Sin embargo, Merkel ha dicho que confía plenamente en el criterio de la Presidenta. El mensaje ha sido claro: el derecho garantizado a la educación y la enseñanza preferente de idiomas no tienen contraposición alguna, y no amerita la intervención de un Estado en otro.

Respecto de la Reforma Constitucional y el denominado «Acuerdo 2.0 con la UE», Merkel apoya a Bachelet, pues forma parte de su estrategia de giro hacia la socialdemocracia: ello le ha valido el 78% de aprobación de los alemanes y la fama de la mujer más poderosa de Europa.

Nuestra mandataria, por su parte, evidencia que no necesita de operadores ni de mensajeros que actúen ante otros gobiernos para llevar a cabo las reformas que exige una sociedad de derechos garantizados.

El balance de la Fundación Konrad Adenauer



La Segunda, 28 de octubre de 2014