martes, 17 de abril de 2007

Lucro y Voluntad Democrática

Rodolfo Fortunatti

La Fundación Futuro realizó el fin de semana pasado un sondeo de opinión en 46 ciudades del país. Las personas consultadas por la firma corresponden a una muestra de 400 hombres y mujeres de distintas edades y estratos socio-económicos. Las preguntas —por lo demás, muy válidas y confiables—, se concentran en la percepción de la gente acerca del proyecto de reforma del sistema educativo enviado por el Ejecutivo al Parlamento.

Los resultados revelan con sorprendente elocuencia cuán acertada ha sido la decisión gubernamental, y cuán errada la posición adoptada por la derecha al atrincherarse en la defensa del lucro. Demuestran la correspondencia entre un gobierno «de» mayoría y la acción política de gobernar «para» la mayoría que emprende la Presidenta Bachelet, y que constituye la esencia de los programas democráticos y ciudadanos.

¿Qué responden las mayorías a quienes defienden el lucro en la educación? De entrada, les dicen que el tema de la educación no es un asunto trivial, sino uno de gran relevancia, como lo confirmaron las jornadas de mayo de 2006, y como se vuelve a expresar en las mediciones de opinión. Les dicen que, lejos de ser un problema técnico, la educación es una cuestión política que requiere un tratamiento técnico eficaz. Y sólo 1 de cada 10 entrevistados está dispuesto a concederle a la tecnocracia competencia exclusiva en la materia.

Quienes así responden ¿son chilenos que no valoran la libertad de enseñanza? Hay que hacerse esta pregunta porque todo el discurso de la derecha ha buscado colgarle el cartel totalitario a la Concertación. Dice que gobierna con el libro rojo de Mao, o, como en el antiguo Berlín Este. Bueno, pues 9 de cada 10 encuestados cree en la libertad de enseñanza. Entre estos, 6 de cada 10 quiere que se derogue la LOCE. Pero, lo que es más perturbardor es que… ¡6 de cada 10! desea que se elimine el lucro en los colegios subvencionados por el Estado.

Y estos chilenos que creen en la libertad de enseñanza y en una educación pública sin fines de lucro, son los mismos que aspiran a suprimir aquella discriminación social que entraña la expulsión de un alumno por razones de rendimiento. De ahí, pues, que a la hora de contestar si se muestran de acuerdo o no con la eliminación de los mecanismos de selección, las opiniones se dividan simétricamente. Aquí la pregunta de Futuro no pudo medir lo que buscaba. Le faltó precisar qué tipo de selección, y bajo qué garantías de competencia entre iguales debe ocurrir esa selección.

No hay relación entre lucro y calidad de la educación, afirma la derecha. Mas, si se acepta que los colegios particulares pagados son las empresas más lucrativas del mercado y, en su revés, los colegios municipalizados, las instituciones sin fines de lucro por excelencia, se comprobaría cuán refutada resulta esta noción. En efecto, la encuesta de la Fundación Futuro enseña que sólo el 2,5% por ciento de los consultados cree que la educación impartida por los colegios particulares es mala. En cambio, el 25% piensa esto de la enseñanza municipal. Sólo 1 de cada 10 entrevistados ve buena calidad en las escuelas municipales, contra 7 de cada 10 que lo observa en los colegios privados.