lunes, 3 de junio de 2013

NO HAY QUE CERRARLE LA PUERTA AL PC



Alberto Undurraga, vicepresidente de la Democracia Cristiana



Es cierto, los principales rostros de la Democracia Cristiana han salido la última semana a poner el grito en el cielo después que el Partido Comunista decidió apoyar públicamente la candidatura presidencial de Michelle Bachelet. Una línea de discurso que ha tensionados las cosas en la oposición, ya que desde la falange advierten que no miran con buenos ojos que un representante de la tienda de la hoz y el martillo se siente de igual a igual en el gabinete del próximo gobierno. Sin embargo, esa no es una visión unánime en la DC y también hay quienes creen que es el momento de sentarse, conversar y dejar de lado los prejuicios. El ex edil y candidato a senador en Santiago Poniente, Alberto Undurraga -quien aspira a desbancar en la Cámara Alta al PPD, Guido Girardi- es categórico: “Aquí hay un camino lógico, el 2008 tuvimos el primer pacto por omisión para esas municipales, después el 2009 pacto claro parlamentario con distinto candidato presidencial y el apoyo del PC en la segunda vuelta a Eduardo Frei, el 2012 pacto total en las municipales para elegir alcaldes y este año, ya tenemos pacto parlamentario y hemos dado un paso más, que es aceptar unas primarias de la oposición en la que participe el PC (…) yo creo que lo honesto es tener una conversación y plantear las diferencias”.

-Desde la DC se ha criticado el apoyo del PC a Bachelet y el oficialismo aprovechó el escenario, apostando a que sectores de la DC se inclinen por el abanderado de derecha.
 
-Los llamados desde la derecha, de Pablo Longueira, son insólitos, están más bien en sus cabezas y no en la realidad. La DC tiene un rol con el país y con la oposición, que implica volver a ser un partido transformador para terminar con la desigualdad. En muchas cosas empezamos a ser un partido transaccional, poniendo el énfasis en los acuerdos, que son buenos, eso está bien, pero el énfasis debe estar puesto en las transformaciones sociales con gobernabilidad. Tenemos un rol respecto de la oposición, que es recuperar y fortalecer el centro político para ganarle a la derecha en las presidenciales. Si nosotros somos un partido de centro izquierda tenemos que hacerlo con todos aquellos que compartan ese programa y a mi juicio la conversación es del PRI al PC.

“El elemento fundamental tiene que ver con un programa de gobierno, eso es lo que está en discusión, si participamos o no en un gobierno donde esté el PC, eso es al final. No puede haber una descalificación a priori, si hubiéramos tenido una descalificación a priori con el Partido Socialista jamás habríamos tenido una alianza con ellos, con quienes somos el eje central de la coalición de centro izquierda”, sostiene Undurraga.

-¿No hay un doble estándar de la DC al suscribir el pacto Nueva Mayoría con el PC pero luego poner en tela de juicio incluso la continuidad en la coalición opositora si ellos están en el futuro gobierno?

-Con el PC tenemos por cierto diferencias, desacuerdos históricos que nos separan, pero también en los últimos años hemos ido logrando un conjunto de acuerdos. Tenemos historia en los municipios, en el mundo social. El énfasis que hay que poner hoy tiene que ser inclusión con todos aquellos que compartan un programa. El ejercicio hay que hacerlo, sin cheque en blanco, porque lo importante es compartir un programa, de transformaciones sociales importantes con gobernabilidad. De momento que hacemos un acuerdo para participar todos en las primarias, naturalmente el paso siguiente es sentarnos a conversar para ver si compartimos un programa de gobierno, no hay que dar un portazo al PC.

-Esta semana ha sido evidente en la DC que se optó por el portazo. Insisto en lo del doble estándar, ¿a la DC le sirven los votos comunistas pero no se pueden sentar en la misma mesa con ellos?
 

-Lo correcto señalar es que en la DC hay miradas distintas respecto del tema. Las que se han expresado son legítimas, representan un sentir, pero no es la única que hay. Unos son contrarios, otros son escépticos y otros creemos que hay que sentarse en la mesa para ver qué es lo que se comparte en un programa de gobierno. Si se comparte, seguimos adelante, si no, hasta ahí llegamos, es sin cheque en blanco.

-El PC también tiene conflictos internos ante la posibilidad de integrar un gobierno con la Concertación. ¿Por qué ha surgido desde la DC este discurso anti comunista?

-Hay diferencias y algunas siguen presentes, sin embargo el desafío que tenemos por delante es terminar con la desigualdad, entonces lo coherente y responsable con el país es ver quienes están en esa tarea y ver si somos capaces de compartir un programa de gobierno y de gobernabilidad, que sea vinculante para todos los que están en esa conversación.

-El timonel comunista, Guillermo Teillier, pidió que se juzgue al PC por lo que hace en el país y no por lo que sucede afuera.

-El elemento fundamental tiene que ver con un programa de gobierno, eso es lo que está en discusión, si participamos o no en un gobierno donde esté el PC, eso es al final. No puede haber una descalificación a priori, si hubiéramos tenido una descalificación a priori con el Partido Socialista jamás habríamos tenido una alianza con ellos, con quienes somos el eje central de la coalición de centro izquierda.  Si uno mira la historia del PS y la DC también había desencuentros. Con el PC hay diferencias, algunas importantes. Una declaración de respeto a los DD.HH. y que las dictaduras son malas, todas, de derecha y de izquierda, para nosotros es relevante y nos gustaría tener algo explícito del PC chileno en esa línea. Las tareas respecto de estar en el gobierno, asumiendo los beneficios y los costos, también, pero créeme que al menos por mi experiencia, se puede avanzar y se puede hacer bien.

-Si desde el 2008 se ha venido trabajando en acuerdos electorales consecutivos y un trabajo parlamentario conjunto ¿Las primarias inciden en esta línea de la DC tan crítica del PC o es el reflejo de un sentimiento real en las bases?

-No estoy de acuerdo que sea anticomunista, sino que es marcar una identidad sin dar un cheque en blanco, lo que pasa que ha faltado no dar el portazo. El por qué básicamente se debe a que muchos son bastante escépticos que esto pueda funcionar, yo creo que hay que darse el tiempo, hacer el esfuerzo y mirar la parte positiva de la historia, ver si efectivamente podemos ponernos de acuerdo en un programa de gobierno. Mañana el Presidente o Presidenta en su gabinete, ¿no tendrá ministros DC? Yo creo que sí.

-Después de las primarias se citará a una Junta Nacional, en que uno de los temas centrales será la política de alianza de la DC, sin afirmar que en el próximo gobierno habrá ministros DC ¿es una garantía que la política de alianza no está en tela de juicio?

-Lo que va a hacer esa Junta Nacional es decir cuáles son los elementos de identidad de la DC que tienen que estar resguardados en un pacto de centro izquierda. Un pacto así no se puede convertir en uno de izquierda-izquierda, tiene que ser de centro izquierda. Nosotros impulsamos cambios profundos con gobernabilidad, aportamos la representación del mundo social cristiano. Si polarizamos este país, por un lado con una coalición muy de izquierda y al frente otra encabezada por Pablo Longueira, la verdad que eso le hace mal al país. Es acertado decir que el centro político es importante, es vital para ganarle a la derecha. La Junta Nacional va a decir eso, cuáles son los elementos que tiene que tener una coalición de manera que el centro esté representado y creo en general en la razonabilidad de los dirigentes políticos de oposición para entender que este es un pacto de centro-izquierda y no solo de izquierda.

-Con una coalición marcadamente de izquierda ¿Es más fácil para un DC votar por Allamand que por Longueira?

-Yo creo que va a ganar Longueira, por lo que uno ve en la calle. Independiente de quien sea el candidato de la derecha, el centro político en nuestra coalición es sumamente importante, no solo para ganar la elección, sino para que después los cambios sean con gobernabilidad, quienes hablan solo de transformaciones olvidan una parte de la ecuación, la gobernabilidad y la verdad es que las dos cosas son necesarias.

-Pero ¿es tentador para sectores de la DC votar por la derecha?

-Creo que en la base militante en ningún caso, nuestros militantes, son de oposición, todos vamos a estar con quien gane las primarias y por ahora estamos trabajando para que Claudio Orrego tenga un buen resultado el 30 de junio. Sin embargo, es evidente que si el centro político no está incorporado en el programa de oposición, cualquiera sea el candidato, una parte puede mirar al frente, que fue una de las razones por las que ganó Sebastián Piñera. Lo que estamos haciendo con Orrego no es solo ir a afirmar votación nuestra, sino que recuperar votación para la coalición de oposición.

La goma y el lápiz

-Afirma que la ecuación es transformaciones y gobernabilidad, ¿en la práctica que significa: Asamblea Constituyente, eliminar el sistema binominal, reforma tributaria, educación gratuita universal?

-Significa construir un pacto social, político y fiscal para terminar con la desigualdad. Debemos construir un Estado con derechos garantizados y deberes ciudadanos, donde el Auge sea la norma y no la excepción. En lo político, eliminar el binominal y los vetos de minoría en la Constitución. En lo fiscal, una reforma tributaria que permita financiar estos derechos garantizados y que además tenga un efecto redistributivo.

-Pero Bachelet ya dijo que no se trata de hacer cambios a la Constitución, sino que lo que se necesita es una nueva nacida en democracia.
 
-Está bien, pero yo creo que esos dos cambios son los fundamentales, porque a partir de ellos se gatillan todos los demás. Si tenemos un sistema proporcional de elección del Parlamento y sin veto de minoría, eso genera una representación popular grande, que los movimientos sociales pueden estar en el Parlamento representados. Esos son los temas centrales, comparto lo central que sea una Constitución nacida en democracia, pero lo fundamental se hace con una goma y no con un lápiz. Hay que escribir algunas, pero lo fundamental es borrar esas dos.

-Varias veces los candidatos al Parlamento que tienen una buena performance pero que no ganan son llamados a conformar el gobierno. ¿Está dispuesto a sentar en el gabinete de Bachelet a partir de marzo del 2014?

-Aún no terminan las primarias, Claudio Orrego es mi candidato y segundo, esa es una pregunta que hay que hacerle a Girardi, porque yo voy a ser senador.

Marcela Jiménez, El Mostrador