domingo, 5 de marzo de 2017

POR QUÉ COMPETIR EN PRIMERA VUELTA: EL MITO Y LA REALIDAD



"Por qué competir en primera vuelta" se titula el texto de cinco páginas del parlamentario. Sus argumentos los hilvana con miras a la Junta Nacional del próximo fin de semana, que abordará la agenda presidencial DC.

Carta de Walker





MITO
REALIDAD


Walker, en carta a la DC: "Competir en primera vuelta es hacerlo de cara a toda la ciudadanía, no solo a la minoría que hoy es (somos) la Nueva Mayoría"
Falso: Las primarias de la derecha como de la izquierda y la centroizquierda son abiertas a toda la ciudadanía.


A partir de hoy, todos los militantes de la DC recibirán una carta del senador Ignacio Walker. "Por qué competir en primera vuelta electoral", se titula el texto, donde, a través de cinco páginas, el ex presidente del partido explica las razones por las que, a su juicio, los democratacristianos no deben concurrir a una primaria de la Nueva Mayoría para elegir a un candidato presidencial común.
Falso: a partir de ayer la carta de Walker la conoció la opinión pública antes que los militantes, porque antes que la militancia la recibió El Mercurio que ha publicado párrafos seleccionados de ella.


Se trata de una tesis que ha tomado fuerza en la colectividad, con miras a la Junta Nacional del próximo fin de semana. A continuación algunos párrafos escogidos de la carta.
Falso: es una tesis que ha tomado fuerza entre quienes quieren sacar a la Democracia Cristiana de la Nueva Mayoría.


"Somos doblemente minoría"
Falso: lo que es minoría en el país lo es dentro de una coalición: «uno solo es lo que es... »


"Seamos claros. Optar por ir a una primaria de la Nueva Mayoría es ofrecerle al país más de lo mismo. ¿Es eso lo que queremos como partido? ¿Es esa la buena noticia que nos aprontamos a compartir con la ciudadanía? ¿Más de lo mismo?"
Falso: ningún programa y ningún gobierno son más de lo mismo. Pueden ser menos de lo mismo: menos democracia y derechos civiles, menos protecciones y derechos económicos y sociales, menos controles a los grupos económicos que pautean candidaturas y partidos, como ocurrió con PENTA, SOQUIMICH y las empresas pesqueras.


"Más allá de los logros, no podemos desconocer, también como una cuestión de hecho, que la ciudadanía, en forma muy mayoritaria, desaprueba la gestión del Gobierno y de la Nueva Mayoría. Ahí están las encuestas y ahí está el resultado de las pasadas elecciones municipales, en que sufrimos, como Nueva Mayoría y como DC, un grave retroceso".
Falso: en la última encuesta CERC-MORI, realizada por las empresas encuestadoras de los democratacristianos Marta Lagos y Carlos Huneeus —activo impulsor de la primera vuelta el presidente de Chile mejor evaluado de la historia democrática reciente es Michelle Bachelet. Y, en la última elección de concejales la Nueva Mayoría fue la primera fuerza política, superando a la derecha en más de diez puntos.


"Ese es el segundo problema de convocar a una primaria de la Nueva Mayoría. Es convocar a la minoría del país. La Nueva Mayoría es minoría, y la DC es minoría dentro de la Nueva Mayoría. Somos doblemente minoría".
Falso: la Democracia Cristiana y la Nueva Mayoría son lo que son en primarias y en primera vuelta, o sea, su magnitud es lo que el electorado determina a través de sus votos. Curiosamente, los adalides del camino propio nunca han dicho por qué la DC conseguiría más votos en la primera vuelta que en las primarias.


"El ganador tiene nombre y apellido"
Falso: lo deciden los ciudadanos en primarias.


"Adicionalmente, de proyectarse las cosas tal cual están en la centro-izquierda, el ganador de esa primaria tiene nombre y apellido. ¿Alguien puede ignorarlo? La política requiere de una dosis de realismo. ¿Es eso lo que queremos ofrecer al país?"
Falso: nadie —ni las encuestas, donde la mayoría de los opinantes no vota— puede asegurar que dentro de cuatro meses Alejandro Guillier será el candidato de la centroizquierda.


"El que gane, ofrecerá al país un candidato o candidata, y un programa de gobierno. Los que pierden, tendrán que sumarse a esa candidatura y a ese programa. ¿O vamos a convertir esa primaria en un concurso de rostros, sobre la base de un programa supuestamente convenido en forma previa? Eso es desconocer las características de la competencia político-electoral, y de las primarias".
Falso: no fue así en el gobierno de Lagos ni en el primero de Bachelet. Esto sólo ocurrió el año 2013, para el segundo gobierno de Bachelet, cuando Ignacio Walker era presidente del partido, marginó a los equipos técnicos del debate programático y, finalmente, como él lo ha confesado, no leyó el programa. Ello le trajo como consecuencia tomar el atajo de la llamada política de los matices.


Todos contra la DC
Falso: es como si los comunistas dijeran todos contra el PC; distintos partidos representan distintas sensibilidades que no son aglutinables en un todos contra uno.


"La regla en materia parlamentaria habrá de ser la competencia político-electoral, sobre la base de la representación proporcional y la cifra repartidora".
Esto se llama sistema d´Hondt que, paradojalmente, premia a los partidos más grandes, como la DC, y que, además, se coaligan.


"Algunos han dicho que si no vamos a una primaria, eso produciría una lógica de "todos contra la DC". Eso desconoce que la izquierda de la Nueva Mayoría es solo una parte de la izquierda, y que, junto a ella, habrá otras izquierdas, partiendo por el Frente Amplio. Dispersión en el cuadro político general, y también dispersión en la izquierda".
Falso: aunque la izquierda es diversa, una minoría está en el Frente Amplio y, otra muy grande milita en la Nueva Mayoría, donde ninguno de sus partidos está dispuesto a aliarse con la DC para una aventura suicida como la primera vuelta.


"Hay una última desventaja en competir en primarias de la Nueva Mayoría. ¿Alguien puede acaso ignorar que la ausencia de un candidato o candidata de la DC en primera vuelta lo único que hace es facilitar el triunfo de la derecha? La respuesta es demasiado obvia como para argumentar".
Falso: lo único que puede facilitar el triunfo de la derecha es una primera vuelta donde la centroizquierda vaya dividida por no haber sido capaz de ponerse de acuerdo en torno a un candidato, un programa y una lista parlamentaria común.


"Primero contemos los votos, después formamos gobierno. Como se hace bajo una forma parlamentaria. Como hizo la DC con la Social Democracia en la última elección en Alemania. Después de contar los votos y medirse frente al electorado, concordaron cada punto y cada coma del programa, y las características de la conformación del gobierno".
Falso: no hay parangón. En Alemania rige un sistema parlamentario distinto al presidencial chileno. Quien elige ahí al Canciller, o jefe de gobierno, es el Parlamento (Bundestag), donde cada coalición debe superar un mínimo de apoyo para su investidura, pero de acuerdo a lo que pesa en el Congreso. Con 13 diputados ¡electos! ¿qué gobierno negociaría la DC con la derecha que sería la triunfadora? 

En Chile el Presidente se elige en noviembre, si obtiene la mayoría absoluta, si no, en diciembre. Como se demostró en la presidencial del año 2009, al ir separado Enríquez-Ominami de Frei en la primera vuelta, en la segunda vuelta ganó Piñera.


"Competir en primera vuelta es hacerlo de cara a toda la ciudadanía, no solo a la minoría que hoy es (somos) la Nueva Mayoría. Llamamos a transformar la primera vuelta en una gran primaria de la centro-izquierda, de cara a toda la ciudadanía".
Falso: competir en primarias no es hacerlo de espaldas a la ciudadanía. Ni Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ni Andrés Zaldívar, ni Soledad Alvear, ni Claudio Orrego, podrían afirmar que cuando participaron en sus respectivas primarias no lo hicieron de cara a la ciudadanía que votó por ellos.


"Llamamos a recomponer el espacio político de la centro-izquierda desde lo que somos, y no de lo que no somos (la DC, por ejemplo, no es un partido de izquierda y hemos pagado costos producto del "giro a la izquierda" de los últimos años). Por eso siempre hemos propiciado un acuerdo de centro-izquierda, de unidad en la diversidad, sin afanes hegemónicos ni refundacionales".
Falso: lo que mejor describe a la Democracia Cristiana es ser un «partido de vanguardia», como la definió Jaime Castillo Velasco. Esto significa que, por tener domicilio en la centroizquierda, se alza por oposición al «partido de centro», de administración del statu quo que han propugnado siempre quienes desean sacarlo de la Nueva Mayoría.


"¿Y el acuerdo parlamentario? Junto con proclamar a Carolina Goic como nuestra abanderada presidencial, la Junta Nacional debiera facultar a la directiva para negociar una lista parlamentaria, preferentemente con el PS o con el PR; para ser más claros, sin compromiso presidencial".
Falso: la lista parlamentaria que se acuerde con la centroizquierda está indisolublemente comprometida, por historia y por convicción política, con un candidato presidencial común.


"¿Y si no resulta? Pues, entonces, habrá que ir en una sola lista parlamentaria, con militantes e independientes pro DC".
En cuyo caso la DC se verá confinada a ser una fuerza política de un 7 por ciento con los 13 de los 155 diputados que conseguiría elegir a través del camino propio y el voto en blanco propuesto por el senador Walker.


"¿Quiénes son los que no concurrieron a votar? Son los independientes; son los sectores medios emergentes; son el voto de centro, los que se sienten huérfanos de representación política. Ahí la DC tiene una oportunidad".
Falso: quienes no concurren a votar son más de nueve millones de ciudadanos de las distintas clases y estratos sociales, pero especialmente disconformes con el modo de hacer política de las elites tradicionales, principales responsables del deterioro de la legitimidad democrática en Chile.


Un militante, un voto
Falso: desde hace décadas que la DC decide a través del principio de «un militante un voto» y la actual, en que la Junta Nacional legítima y representativa resolverá, no será la excepción.


"Dada la importancia de esta decisión -tal vez la más importante desde que tuviéramos que elegir, en 1989, entre la "coalición grande", defendida por Patricio Aylwin, y la "coalición chica", defendida por Adolfo Zaldívar, con el triunfo para la primera tesis, lo que diera lugar a la conformación de la Concertación de Partidos por la Democracia- sería del todo conveniente que la Junta Nacional, en uso de sus atribuciones, y con toda su legitimidad en cuanto cuerpo político soberano, tomara la decisión de radicar esta decisión (primarias de la Nueva Mayoría versus primera vuelta electoral) en las bases del partido; es decir, "un militante, un voto".
Falso: la Junta Nacional es tan soberana y legítima como una consulta directa a la militancia, y no deben admitirse dudas sobre sus facultades. Veinte mil militantes eligieron en diciembre a sus estructuras territoriales y miembros de la Junta Nacional y, en enero, eligieron a su actual mesa directiva. La Junta Nacional soberana está facultada para ratificar la concurrencia de la colectividad a las primarias del 2 de julio y para proclamar a su candidata presidencial.

Es más; quienes promueven la fórmula del plebiscito y cuestionan las facultades de la Junta Nacional, entran en contradicción con los argumentos que esgrimieron para proponer el Parlamento como asamblea constituyente.